Tras cerca de cincuenta años de ejercicio de la Cirugía y, simultáneamente, de la docencia pre y postgraduada me gustaría opinar sobre la posible creación de la especialidad de Medicina de Urgencias. Mi visión de la Medicina asistencial es reticular, es decir, la entiendo como un tejido formado por hilos longitudinales, que representarían las especialidades clínicas clásicas que entienden de todo lo concerniente a su campo de arriba a abajo, y por hilos transversales que se entrecruzan con los primeros y que conforman al final una trama sólida y resistente. Existen varias especialidades "transversales" de antiguo reconocidas; algunos ejemplos serían el Radiodiagnóstico, la Bioquímica Clínica, la Anatomía Patológica y otras varias que omito en aras de la brevedad. Más recientemente aparecen otras que por su complejidad científica y técnica contribuyen a mejorar la asistencia a los pacientes; un buen ejemplo es la Medicina Intensiva para el cuidado al enfermo crítico en los grandes hospitales. Estas especialidades transversales entienden de lo concerniente a su campo en todas y cada una de las especialidades "longitudinales". Esta urdimbre o entrecruzamiento es lo que da solidez y cohesión a la Medicina asistencial. Si solo existiesen especialidades "longitudinales" el tejido sería muy poco consistente.

La Medicina de Urgencias es un buen ejemplo de especialidad "transversal" que entiende de todo lo concerniente a las especialidades clínicas clásicas pero en un momento cronológico especialmente delicado del proceso patológico. Si a ello unimos que el trabajo de los Médicos de Urgencias es especialmente estresante y que libera a las especialidades clásicas de una buena carga de trabajo para que se entreguen de lleno a su cometido, creo que reconocerlo como una especialidad sería no solamente un acto de justicia sino que reforzaría notablemente el tejido asistencial y ayudaría a que la "red" fuese más consistente.

En definitiva, sí a la creación de la especialidad de Medicina de Urgencias. Qué los médicos que se dedican a esta labor no tengan que añadir a su estresante trabajo la preocupación por su reconocimiento oficial. Entretanto se completase la formación específica de los nuevos "urgenciólogos", el campo de las urgencias se nutre de otras especialidades a las que se debe un voto de reconocimiento: Medicina Interna, Medicina Intensiva, Medicina de Familia y alguna otra, así como de médicos que se han dedicado desde siempre a las urgencias. Merecerían que se les reconociese desde ahora el nuevo título de Medicina de Urgencias.