"Houston, tenemos un problema", se nos ha contado que dijo el astronauta Jack Swigert, durante el accidentado viaje del Apolo, 13. Me viene bien, sin por ello tener que apelar al centro espacial de la Nasa, para hacer hincapié en un problema que se ha agudizado en España durante la cuarentena. Nos hemos centrado en el Covid-19, hasta el punto de haber dado de lado a todo lo demás. Y, todo lo demás se ha producido por añadidura. El 'we have a problem" que tenemos se materializa en el móvil nuestro de a todas horas.

No me cabe duda de que el uso generalizado de los teléfonos móviles ha aportado muchas ventajas al día a día de los usuarios, que ha sido un gran compañero en el tiempo de confinamiento que hemos pasado en casa, habida cuenta de que los móviles son todo terreno, sirven para jugar, para ver películas y series, compartir mensajes, mantenernos informados, hablar y ver a los familiares? Sin duda un gran invento mejorado cada año, pero no es menos cierto que los españoles sufrimos un mal común al resto del mundo, llamado 'telefonitis.

El estudio de la empresa 'Puntronic' acerca de las horas que los españoles pasan usando su móvil, reveló que, antes del decreto del estado de alarma, la media diaria estaba en tres horas y quince minutos, consultar las redes sociales se llevaba por delante casi la mitad de ese tiempo. abundando en el citado estudio, actualmente un 50% de los españoles llega a mirar el móvil una vez cada cinco minutos y un 80% reconoce que es lo último que ve al acabar el día e irse a dormir y lo primero que consultan por las mañanas al despertarse.. ¡Qué pena! La de miradas que se pierden, la de besos que se desperdician, la de conversaciones que se dejan aparcadas. Conversaciones a la 'antigua usanza', conversaciones 'tête a tête'. Sustituir todo eso por mirar al cacharrito en cuestión convierte a los que sufren 'telefonitis' en dependientes: 'teléfono-dependientes'.

Desayunar, comer y cenar con el móvil encima de la mesa, como un utensilio más, no es recomendable. Lo dicen los expertos, cuyos consejos no calan entre los usuarios. Luego está lo de la postura, los músculos, las cervicales son las que más padecen la 'telefonitis. El uso continuado del móvil debiera combatirse con la realización de otro tipo de actividades, a ser posible ejercicio físico y dejar de estar pegados al aparato. Es predicar en el desierto, pero, bueno. El empleo del móvil ha aumentado un 45% y hay que estar alerta por las importantes repercusiones de un uso irresponsable.