Primero lo importante: quiero hablar de Zamora para que no nos olviden. En Zamora nos hemos pasado la semana entera intentando saber, primero, si íbamos a pasar a la zona 1 de la desescalada; y en caso de que no pasáramos como ha sucedido, saber el porqué. Pero por más que estuvimos delante de la tele, pegando la oreja a la radio y con el ordenador conectado a los digitales ¡nada! Sólo se habla de Madrid. Nos ignoran. No hay forma de saber la causa de nuestro largo confinamiento en fase cero: ni los expertos que saben, ni los políticos que deciden, ni los periodistas que informan, ¡nadie!, ni siquiera los desconcertados zamoranos, se pregunta qué pasa en Zamora y en esta Comunidad casi desierta para que las consecuencias del virus nos mantengan en la misma fase que la de las grandes y superpobladas áreas de Madrid y Barcelona ¿Por qué sólo hablan de Madrid cuando la muerte viene a visitarnos a Zamora como a ella?

Segundo: quiero preguntar a calzón "quitao", como ha hecho en calzoncillos un médico zamorano a la puerta del hospital para denunciar la falta de protección, y al que nadie ha respondido desde las instituciones ni apoyado desde los compañeros. ¿El silencio institucional quiere decir que el que calla otorga? ¿Del silencio de sus compañeros hay que deducir que no dice la verdad, o que no están de acuerdo con su desnuda y solitaria forma de protesta? ¿O ambos silencios tienen que ver con su declarada ideología política ligada a la derecha valiente? Yo misma al saberlo he cambiado este escrito en el que iba a hablar de "la dignidad desnuda de un profesional que, harto de errores, no duda en quedarse en calzoncillos por él, por ti, por mí, por nosotras, por todas". Y ya no sólo no lo digo sino que he llegado a malpensar si su objetivo no será poner su grano de arena a la tormenta que levantan quienes aprovechan el virus para pedir la dimisión del gobierno de España. Lo siento.

A calzón "quitao" como veis, sigo preguntando: ¿por qué en esta pandemia sanitaria nos ignoran como vienen haciendo con la pandemia política y económica de siempre?

¿Nos ignoran porque en lugar de salir con cacerolas y envueltos en banderas como los madrileños del barrio de Salamanca pidiendo libertad para abrir los negocios de los ricos, las pobres gentes de Zamora cargamos con la culpa y se la echamos a quienes salen en grupos de familiares que viven juntos, se equivocan con los horarios de paseo, no llevan mascarilla no obligatoria, se sientan en un banco a descansar, o hacen "botellín"-que no botellón?

¿Nos ignoran porque en lugar de criticar como los catalanes las competencias sanitarias del Estado frente a las de las Comunidades, aceptamos los criterios de los dos gobiernos sin rechistar aunque sean distintos -uno la provincia y otro las zonas de salud- para pasar o no de fase?

¿Nos ignoran porque en lugar de salir como los ricos en manifestaciones contra el gobierno de España no legalizadas rompiendo las normas del estado de alerta, los zamoranos hemos justificado mientras las hubo las distancias sociales y los horarios de salida en pueblos vacíos de gente, y no protestamos ni cuando se multa a las tres únicas mujeres del pueblo que salen juntas a buscar -¡no, setas no!- cobertura del móvil?

¿Nos ignoran porque nuestros representantes empresariales no alzan la voz para decir que además de en la fase cero de la desescalada, nos vamos a quedar en la zona cero de la pandemia, más arruinados, más pobres?

¿Nos ignoran porque los concejales de la derechita cobarde en el Ayuntamiento tienen más interés en denunciar -mintiendo- que entre los coches de la policía se camufla la compra de uno para el alcalde, que en difundir las ayudas al alquiler de locales para autónomos y de casas para trabajadores? Sí, mintieron porque esa compra no se incluía en el pleno en el que sí se aprobaban ayudas. Su interés era intentar desgastar al alcalde por la compra de un coche para el Ayuntamiento, no para él, que va todos los días en el suyo -el que compró mi hija de segunda mano y que ahora es ya de tercera. "Honrado de los pies a la cabeza", como definió a sus concejales poco antes de que le llamaran "gili?pollas", anónima y cobardemente desde la sede municipal del PP, faltando al respeto a la bandera a media asta. Y quizás tienen razón: es bobo de puro bueno.

¿Nos ignoran porque la derecha-za (derecha de Zamora) que gobierna en la Diputación sigue poniéndole el sufijo "za" a la promoción de esta provincia, intentando camuflar la pobreza real con ExquisiteZa y la tristeza de la despoblación con VidaZa (*) y otras campañas? ¿Y porque siguen sin tomar conciencia de que mientras en todas las zonas de España se preparan para abrir los negocios al comercio, los bares al consumo y los espacios naturales al turismo, aquí seguimos en la fase cero de la pandemia sanitaria y en la zona cero de la pandemia económica? ¿Quién va a vivir o visitar la Zamora despoblada, y además confinada, infectada y callada?

Con todo el respeto para quienes sí han estado a la altura de la pandemia sanitaria con su trabajo y para los zamoranos que han colaborado pacientemente con todas las prescripciones que nos han impuesto y sugerido, creo que hay que quitarse la mascarilla social para decir a calzón "quitao": ¿Por qué no hablan de nosotros si no entendemos lo que está pasando?, ¿por qué nadie se pregunta al menos la razón de que el virus se cebe igual entre los dos territorios más ricos y poblados de España y uno de los más pobres y vaciados? No queremos que nos obliguen a envolvernos en la rojiverde banderaZa (bandera de Zamora), o hacer una manifa ilegal en la calle Núñez de Balboa (que eso sí tenemos como en Madrid pero en un barrio de trabajadores). Tampoco queremos declarar en este momento la Comuna Antinacionalista Zamorana del genial Agustín García Calvo. Pero que no nos olviden una vez más.

Pongamos que hablo de la Zamora que no se calla pero no insulta, recordando a quienes nos han dejado en tiempo de pandemia. Con las palabras de Julio Anguita (recuerdos a tu hijo): "Con la dignidad no se come, pero un pueblo sin dignidad se pone de rodillas y termina sin comer". Con "El Abrazo" fraternal del cuadro de Juan Genovés para quienes lo necesitan porque se mueren solos, y para consolar a los que siguen viviendo con su recuerdo. "Programa, programa, programa" ¡Uy, perdón! "Salud, salud, salud".