En los años 90 el reconocido pintor zamorano José María Mezquita comenzó su serie de acuarelas de tiendas y comercios tradicionales. En el catálogo de su exposición "Tiendas" (1999), el artista se adentró en una veintena de comercios de nuestra ciudad. Algunos ya estaban cerrados entonces, como García Casado, otros han cerrado en estos años, el caso de la sombrerería de Lucio Astudillo, y unos pocos sobreviven, como Almacenes Victoria o El Redondel.

Sin duda las tiendas de Zamora forman parte de su paisaje y también, como suele decirse, de su paisanaje. El pequeño comercio local y de proximidad viene sufriendo un triste declive. Los nuevos hábitos de consumo, la agresividad de los grandes competidores y la generalización de las compras por internet han ido vaciando y apagando las calles de la ciudad, incluso aquellas cuya arquitectura ha sido eminentemente comercial a lo largo de los años: Balborraz, Santa Clara, San Torcuato, El Riego?

La situación económica actual y próxima, derivada de la crisis sanitaria, no hará más que cebarse con el más débil y será para muchos comercios el golpe definitivo que termine por obligar a bajar la trapa.

Nuestras tiendas, nuestras pymes, nuestros autónomos son un pilar básico de la economía local. Por eso, al necesario esfuerzo de las instituciones públicas, promocionando y apoyando, y al de los propios comerciantes en su actitud de mejora continua y de especialización en aquellos factores donde son mejores que los competidores grandes, debemos añadir el propio: revisar nuestros hábitos de consumo (tanto de productos como de servicios), saber de su incidencia directa en la vida y la imagen de nuestras calles y procurar incluir en nuestra cesta productos locales en la medida de lo posible. No se trata de retroceder al pasado sino, al contrario, de introducir en nuestros hábitos lecciones de crisis actuales y pasadas para poder mirar al futuro con mayor certeza.

En estos últimos días, el Ayuntamiento de Zamora ha presentado una serie de propuestas económicas y sociales enfocadas a ayudar en el pago de alquileres e hipotecas para familias golpeadas por la crisis y también para el pago de alquileres comerciales. Estas propuestas, recogidas en un documento que los concejales socialistas presentamos a principios de mes, van en la buena dirección de intentar paliar el golpe de la crisis económica con medidas potentes de inyección de dinero público a ciudadanos, autónomos y pymes.

Como hemos señalado en otras ocasiones, no podemos caer en el conformismo y tenemos que ir más allá, escuchando, leyendo y aplicando medidas que otras ciudades están desarrollando con éxito. Nuestras tiendas, nuestros autónomos, las pymes y los trabajadores que viven directa e indirectamente de estos negocios, necesitan de la colaboración de toda la sociedad. Tenemos que conseguir que el apoyo municipal llegue a todos los que lo necesitan.

"Zamora compra en casa" es una iniciativa que no se puede quedar en un simple lema y un puñado de carteles. Ha de ser una invitación a la reflexión. Podemos poner en práctica la célebre expresión de "piensa globalmente y actúa localmente" virando hacia un consumo responsable con nuestro entorno: piensa globalmente y compra localmente. Pensar global nos aleja de posibles chovinismos y nos ayuda a entender los grandes retos que vivimos como planeta; comprar local nos sitúa como agentes protagonistas de su entorno, fomentando los cambios que nacen desde las bases.

Mezquita plasmó a la perfección la luz y el alma de un comercio local que no queremos que desaparezca nunca porque, aparte de todo lo expuesto, es espacio de encuentro y tiene mucho que ver con lo que escribió el sociólogo urbano Robert Ezra Park: "la ciudad es un estado de ánimo (?) esta? implicada en los procesos vitales de las gentes que las forman; es un producto de la naturaleza y, en particular, de la naturaleza humana".

Detrás de los escaparates de nuestras tiendas están los nuestros, estamos nosotros, está Zamora y su futuro. Apoyémonos.

(*) Portavoz del PSOE en e l

Ayuntamiento de Zamora