Mis amigos y conocidos me tienen por nefasto, gafe y agorero. Es verdad, pero que nadie crea que lo disfruto. De todo corazón prometo la enmienda.

Ha llegado la primavera, la estación del amor, la alegría, la libertad, un hecho que celebramos judíos, cristianos y otras culturas milenarias. Un primero de abril acabó nuestra horrible Guerra Civil, un veinticinco los hermanos portugueses hicieron su Revolución con claveles rojos que surgían de los fusiles. En mayo del 68 la juventud de París reescribió el futuro, lo mismo que en Praga. La Primavera Árabe, por desgracia, se asfixió al nacer. Volverá a reír la Primavera cantaba el himno fascista, todos anhelamos la felicidad. También la sociedad americana se liberó del espectro de Vietnam.

En esta Primavera "Resistiré, Resistiremos para seguir viviendo", hasta el fin y venceremos, también un 25 de abril , con nuestros claveles y nuestros cantares, con aplausos y unas ganas tan tremendas, como reprimidas, de darnos un abrazo. Habremos vencido al virus, al miedo, nuestros lazos de amor serán como cadenas de ancla, y nuestra valentía y solidaridad espadas de templado acero. De otras salimos victoriosos y llegó un día que sólo fueron renglones en la Historia.

Las noticias de hoy empiezan a ser buenas, pronto veremos esa luz que anuncia el final del túnel. Animo y todos arriba, faltan pocos días para que nos encontremos en Santa Clara, si los niños no se nos suben encima después del largo encierro.