Imaginen que un día, estimados lectores, desearan escuchar una serie de conferencias sobre Buda y sus enseñanzas teniendo la oportunidad de elegir al ponente, ¿con quién se quedarían: con un exmonje charlatán y publicista o con un maestro cualificado y plenamente ordenado? Una respuesta tan obvia no lo parece tanto al Servicio de Cultura del Ayuntamiento de la capital cuando se trata de abordar la figura y el mensaje del fundador del cristianismo. Quizá allí no sepan que tenemos algunos jóvenes zamoranos doctorados en prestigiosas universidades europeas, ya que tuvieron que echar mano del polémico exreligioso gaditano Antonio Piñero, vinculado a los ámbitos políticos de la extrema izquierda. Se llenó el salón de actos del Museo Etnográfico con un goteo de huidas; como la de un conocido político que salió a la mitad de la segunda conferencia (la del martes 10 de marzo) susurrándome al oído: "no hay peor astilla que la de la misma madera".

A uno le deja perplejo ver cómo es posible que después de tantos años como este catedrático ha dedicado a la filología neotestamentaria, a las lenguas clásicas y a la investigación extrabíblica, tantas decenas de libros, artículos especializados y conferencias, tantos esfuerzos..., para reducir la persona y la obra de Jesús a la de un profeta más, un poquito más afortunado que los anteriores pero un fracasado al fin y al cabo. Tanta dedicación para concluir que la divinidad de Jesús es un invento más de la Iglesia posterior; un Jesús que no aportó nada nuevo a la moral (ni siquiera el "amor al enemigo"), ni a la importancia de la mujer; sin el menor interés por influir fuera del pueblo judío, enfrentado con los romanos y así toda una ristra de contrasentidos. Datos manipulados e información seleccionada con el único fin de dar la razón a sus opiniones personales, barnizadas de ciencia y sabiduría.

El profesor Piñero, que tanto presume también de haber escrito un libro de casi 600 páginas sobre San Pablo, seguro que también conoce aquella advertencia que el Apóstol dirige, en su carta a los Romanos, a aquellos que "habiendo conocido a Dios, se ofuscaron en sus razonamientos: jactándose de sabios se volvieron necios." (1, 21). También el mensaje del Papa Francisco para esta Cuaresma previene sobre la mundanidad de aquellos charlatanes de la última novedad, movidos por la curiosidad vacía y superficial.

Así que si para otro año por estas fechas, el Consistorio Municipal sigue preocupado por hacernos profundizar en el protagonista de la Semana Santa, me permito sugerir a los maestros zamoranos de la vecina Universidad Pontificia de Salamanca quienes, además, aman a Aquel de quien hablan.