En la localidad alemana de Hanau han sido asesinadas once personas en dos tiroteos. El autor fue un ciudadano alemán que según las informaciones difundidas podría haber actuado por motivos racistas y xenófobos. Una carta y sus vinculaciones con la ultraderecha son las pruebas que avalan estas sospechas, que las declaraciones de la canciller Angela Merkel también confirmaban.

Hay que recordar que lo que sucede en Alemania no es nuevo, pero sí que cada día es más preocupante. El ascenso de fuerzas políticas de marcado tinte racista amenaza la estabilidad política y contribuye a fortalecer este fenómeno en toda Europa. Los judíos, los musulmanes, y los inmigrantes en general están siendo colocados en la diana. El odio es el veneno que alimenta los crímenes cometidos contra ellos. Un odio que, como ha dicho Angela Merkel, se cultiva en parte de la sociedad.