El comportamiento de los usuarios de la vía debe ser ejemplar, pues de ello depende la seguridad de los demás, la seguridad vial es de todos y para todos, y por esa razón tenemos que aprender a compartir las vías, respetar a los demás y aceptar sus fallos.Tenemos que tener paciencia, humildad y nunca faltar ni insultar.

En la conducción de cualquier vehículo o de cualquier automóvil se requiere una serie de destrezas y de actitudes para su correcta conducción, además del cumplimiento de las normas de circulación, el cumplimiento de las señales verticales y horizontales, respetar los semáforos de vehículos y también los semáforos de peatones.

Hay que reconocer que en la conducción influyen muchos factores: La economía, la crisis, las situaciones familiares, el poco y el mucho trabajo, la falta de educación vial y también de la otra educación.

Últimamente algunos conductores no se quieren ni a ellos, y con esa actitud tan negativa ¿cómo van a respetar a los demás? A mí me gustaría ponernos un reto: Tolerar sin faltar, respetarnos y ayudarnos unos a otros y mirar hacia el futuro y hacia una "visión cero" hacia accidentes.

Ya sabemos qué accidentes de tráfico cero es muy difícil, pero no imposible, pues vaya como un ideal o como un reto. Lo triste son los accidentes de tráfico es que hay víctimas mortales que llevan consigo la tragedia de toda una familia. En la conducción de vehículos, no vale la segunda oportunidad, solo hay una vez, y de esa vez dependemos todos.

Últimamente hay mucha agresividad conduciendo y se está conduciendo automóviles de una forma poco correcta y con poco respeto, y a veces poniendo en peligro la vida de los demás usuarios de la vía y la nuestra propia. Según el artículo 380. 1 del Código Penal, se tipifica como delito de conducción temeraria, las conductas consistentes en la conducción de vehículos de motor o ciclomotores con temeridad manifiesta y con puesta en concreto peligrando la vida o la integridad de las personas.

Una conducción temeraria puede llevar aparejadas penas de prisión. Concretamente cuando se conduce un vehículo a motor de forma arriesgada o peligrosa de manera evidente, provocando un riesgo o peligro grave, real, especificó y efectivo para la vida o la integridad de terceras personas.

Dicta el artículo 380 del Código Penal. Que tenemos qué tener en cuenta que en estos casos actúa según la Ley de Enjuiciamiento Criminal, con penas de prisión de 6 meses a 2 años, y la privación del derecho a conducir vehículos a motor durante un periodo de tiempo que oscila de 1 a 6 años.

Reconozco que estamos viviendo momentos y tiempos difíciles y complicados, y ello se refleja y repercute en la conducción, tenemos mucho: estrés, crisis económica, algunos poco trabajo y otros demasiado, mucho desánimo, nervios muy al límite, poca y educación vial

La conducción requiere: tranquilidad, paciencia, respeto a los demás, estabilidad emocional y mucho sentido común.

(*) Delegado en Castilla y León de ProVial España