Recientemente se han celebrado en numerosas ciudades de España manifestaciones de diferentes signos, pero todas referidas a problemas sociales, sanitarios, de empleo, situación de la agricultura y de despoblación de algunas partes de nuestra geografía. Todos los problemas que han sido denunciados hoy en las calles afectan de manera directa a la gente, a los ciudadanos y, fundamentalmente, a los más desfavorecidos. Y mientras los españoles de a pie claman en las calles por una vida mejor, más justa y equitativa, la oposición de derechas en pleno -PP, Vox y Ciudadanos- dedican sus esfuerzos a hablar de Venezuela, Maduro y su vicepresidenta Delcy Rodríguez. Parece que no les interesan los problemas reales de la gente.

Varias manifestaciones importantes se han desarrollado en la capital de León, en Ponferrada y Villablino. Los leoneses claman por que se les atienda más y mejor. El cierre de la minería del carbón y de las térmicas que utilizan carbón ha golpeado fuerte a esa parte de Castilla y León. Y cierto es que los fondos europeos Miner para neutralizar la eliminación del carbón, no se están aplicando adecuadamente. Dicen los leoneses que el grueso de la industria castellanoleonesa pivota en Valladolid y aledaños y que si ellos -León- fueran una región al margen de Castilla y León, la actual provincia leonesa no estaría comprendida en "la España vaciada". En mi opinión, la separación de León de Castilla no sería la solución al problema.

Sin embargo, los leoneses tienen razón en que los Fondos Europeos -Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder), Fondo Social Europeo (FSE), Fondo de Cohesión, Fondo Europeo Agrícola y de Desarrollo Rural (Feader) o el Miner, citado anteriormente- que corresponden a Castilla-León, no se están aplicando adecuadamente. Hay que dejar claro que en la aplicación de estos fondos no solo participa el Estado, también lo hacen las comunidades autónomas, es decir, en nuestro caso, el Gobierno y las Cortes de Castilla-León. Respecto al problema de las nacionalidades y regiones, el asunto es más complejo. En mi opinión, la "unión hace la fuerza". Es decir que Castilla-León no solo no debe disgregarse, sino que debería agregar otras tierras como Castilla-La Mancha y la Comunidad de Madrid, sin la ciudad de Madrid, que es la capital del Estado. Lo que ocurre es que "la unión" debe gestionarse más equitativamente y con criterios menos centralistas y más redistributivos en la geografía de Castilla-León a la hora de planificar el desarrollo, repartir ayudas y fomentar la industrialización.

(*) Exdiputado por Salamanca y exeurodiputado por España