Tras las declaraciones la de sobrina de Baltasar Lobo (miembro de la fundación del mismo nombre) y las del alcalde de Zamora, apostando ambos porque el museo del escultor zamorano se instale en el Ayuntamiento Viejo, invito a considerar que esa debe ser la decisión que vaya a misa. Y por lo tanto buscarle las ventajas que también tiene y puede tener. Ciérrense pues las puertas a otras propuestas que llegan tarde o a contratiempo.

Siendo yo (aunque no soy nadie) partidario de que el museo se instalara en el Palacio Antiguo de la Diputación, entiendo también que hay sobradas razones para la opción del Ayuntamiento Viejo.

Y en este plan, veamos ventajas:

Dicho lugar, aunque sea pequeño para la ingente obra de Baltasar Lobo, tiene dos soportales (unos en el bajo y otros en el primer piso). Es decir cuenta con dos lugares semiprotegidos donde pueden ir esculturas de gran tamaño y hechas para exteriores. Obras que no sólo realcen la entrada de dicho museo (que sería únicamente de Baltasar Lobo) sino que convertirían la Plaza Mayor de Zamora en un lugar singular y singularmente atractivo.

Cuántos turistas que descansan en las terrazas del lugar, viendo esas esculturas, se decidirán a entrar al museo... (que supongo será de pago). Pero es que les invito a imaginar cómo, visitantes ajenos a la ciudad, que han dejado el coche en el parking de La Marina (¿por cierto, no deberían todos los buses dejar a los turistas también en esa zona?) desde ahí emprenden su camino hacia la Catedral (sí, de acuerdo, queda lejos, pero de eso se trata, de que no puedan ver todo en un santiamén).

Van por Santa Clara y de repente se topan, en plena calle comercial, el increíble ejemplo de románico de Santiago del Burgo. Siguen y a un paso, en la Plaza de Zorrilla , el monumento a la madre, el Palacio de los Momos y la consolidación del modernismo. No han salido de su buen asombro, y se encuentran en plena Plaza de Sagasta con el Adán de Eduardo Barrón (escultura hermana de la de Viriato, que urge instalar ya) y un entorno de acogedora arquitectura.

Reanudan la caminata y descubren, a la izquierda y abajo la calle de Balborraz, arriba esculturas de Baltasar Lobo, y a sus pies una Plaza Mayor con una gran iglesia en ella (el atractivo de lo extraño).

Toman algo en las terrazas y preguntan por la Oficina de Turismo.

Y hasta aquí quería también llegar.

Mi opción por el Palacio Antiguo de la Diputación tenía uno de sus fundamentos en que se pueda disfrutar de las joyas que encierra. Pues bien, dado que Diputación y Ayuntamiento están de acuerdo en hacer una Oficina de Turismo conjunta e instalarla en ese lugar, se propone lo siguiente:

1.-Que no se limite a ser una Oficina de Turismo.

2.- Que se sitúe en los despachos de la derecha (elegantes y que invitan a entrar en la casa).

3.- Que se usen algunas salas (las que tienen objetos de arte) más las escaleras, más el elegante y artístico Salón de Plenos, como opción de visita para el turista .

4.- Que dichas salas (las más nobles como dijimos) se doten de objetos o propaganda atractiva de todos los Museos de la ciudad (Baltasar Lobo, Etnográfico, Provincial, Medieval, Catedralicio...).

5.- Que ello suponga retener al visitante en la Oficina de Turismo y ofrecer una panorámica de lo mucho que se puede ver en Zamora.

6.- Incluso sería un factor multiplicador de atractivos que en una de las salas se instalara una maqueta gigante de la ciudad (aquí que somos tan dados a los nacimientos), donde se subrayaran los lugares más emblemáticos para ver.

7.- Este espacio, prolongación de la Oficina de Turismo, sería un lugar anexo pero ajeno, por el que habría que calibrar si cobrar o no. Yo diría que sí. Sin ir más lejos, en La Habana sólo por visitar su majestuosa maqueta, cobran.

8.- En estos espacios del Palacio Antiguo de la Diputación estarían parte de las piezas del Baltasar Lobo que no cupieran en el Ayuntamiento Viejo, y además, anzuelos que tienten a visitar los demás museos, así como ofertas para por un módico bono poder ver todos. Precios tentadores.

¡Ah¡ Y a ver si podemos subir, si no al cielo, al menos a la Torre del Salvador de la Catedral.