El pasado día 7 del presente mes recibí un mensaje del secretario Provincial del PSOE en el que me decía que tenía interés en que asistiera al día siguiente a una reunión en Zamora con jóvenes simpatizantes del partido, por la edad de los que nos reunimos yo podría ser padre de unos y abuelo de los otros, así es que me sentí halagado por la invitación.

Hablamos de la situación de la provincia que parece no tener solución con el problema de la despoblación. Hablamos de los sueños de los zamoranos y de cómo esos sueños se están haciendo añicos y hablamos de nuestras familias, de las frustraciones de los jóvenes y del bloqueo de la administración para recuperar el talento de tanta juventud que ha huido de todos los lugares de la provincia. Probablemente seamos nosotros los que la hemos inhóspita pero también somos los que nos resistimos a verla morir.

Uno de los asistentes ejerce de profesor en un IES. Qué difícil es revertir la situación de la despoblación en esta provincia-dijo-. Los chicos que van a mi clase cuando les pregunto si les gusta su pueblo y sí se sienten felices en él me contestan que sí, pero cuando les pregunto cuál es su proyecto cuando finalicen sus estudios superiores me dicen que irse del pueblo. Es muy complejo reconstruirse sobre las ruinas que les hemos dejado independientemente de la sabiduría de cada uno, de su personalidad y de la solidez de su formación intelectual debido a la dificultad de poder ejercer un liderazgo por la escasez demográfica. El legado que les hemos dejado a los muchachos del Instituto del compañero que hablaba es un modelo muy difícil de revertir.

Cuando empezamos a irnos de los pueblos en la década de 1960-1970 no pudimos imaginarnos que podíamos llegar a esta situación, ahora estamos con el corazón roto por no haber sabido predecir lo que nos iba a ocurrir.

Dos días antes de nuestra reunión este periódico había reunido a lo más granado de la provincia y a la Vicepresidenta y Ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, en el edificio del Consejo Consultivo de esta ciudad, en los respectivos discursos que pronunciaron los intervinientes dejaron claro el diagnóstico de la despoblación de la provincia y el interés por revertir la situación. La vicepresidenta, aunque dijo que era el tema era difícil. Literalmente se comprometió a cumplir con su parte y esperaba que se tomase como un "Reto" por todas las administraciones, que el Gobierno de España estaba listo para iniciar la atarea. Hermosa tarea que merece la pena intentarla.

A veces pienso si las autoridades conocen realmente la situación, el otro día solamente ví a dos personas, dos ancianos sentados a la solana, de 86 y 90 años de edad. Las ovejas de Pepe que pastaban en la Era de Abajo estaban solas. Experimenté una gran variedad de emociones e ideas, impulsos y deseos diferentes a los que sentí cuando a mediados de la década de 1960-1970 abandoné el pueblo, la comarca y la provincia. Hay que estar muy enamorado de estos secarrales para no sentir la impotencia y la incapacidad al comprobar día a día que hasta ahora nadie se ha ocupado de las pocas gentes que se quedaron en la comarca.

Solo cuando se quiere a esta tierra como a sus propios hijos se entiende la historia de amor para asumir todas las dificultades para permanecer en ellas. La presencia femenina es más escasa que ninguna otra y se echan más en falta que las oportunidades de cualquier emprendedor de una nueva vida.

Acabo de leer que un emprendedor en Carbellino ha decidido invertir en un criadero de ranas y ha encontrado una compañera que desea vivir en el pueblo. Le deseo lo mejor en su aventura.