Como si de un juego centenario como el de la Oca se tratara, en la Diputación siguen con las mismas reglas políticas de siempre, pero con la ilusión renovada por los nuevos jugadores o diputados cada vez que tiran el dado para ver lo que la suerte les depara en el tablero. Pero como sabemos los que alguna vez hemos jugado a la Oca, los resultados en el tablero provincial no van a cambiar si no cambian las reglas del juego.

En desarrollo económico van "de oca a oca", o de Sodeza a Ifeza, liquidando la primera para integrarla en la segunda, pese a que sus objetivos son completamente distintos. Como indica su acrónimo, Sodeza estaba destinada al desarrollo, fundamentalmente promoviendo y gestionando polígonos industriales, mientras Ifeza se dirigía a mostrar y vender en ferias como corresponde a un instituto ferial. En ambos casos la ZA se refería a Zamora. Y en ambos casos el fracaso es evidente. Dicho esto de momento por quienes ahora quieren liquidar Sodeza en un informe demoledor que pone en evidencia las mentiras de todo el tiempo que duró: se disuelve "por imposibilidad manifiesta de cumplir el fin social", que abarca desde la situación general de Zamora que ha ido a peor (despoblación, paro, cierre de empresas, pobreza), hasta la única actividad concreta en la gestión del Vivero de Empresas de la Aldehuela (no ocupado al 100% y con prórrogas porque no hay nuevos emprendedores), o de los polígonos vacíos de los pueblos. Lo dicho para Sodeza en liquidación sirve para Ifeza en promoción: miles de euros anuales de dinero público -ahora trasvasados de una sociedad a la otra- que no se traducen en mejoras para Zamora ni para los zamoranos. Pero seguimos jugando: "de Sodeza a Ifeza y tiro porque Ifeza sí lo peta".

"De dedos a dedos y reparto a quien yo quiero", es la traducción en el tablero provincial de la del juego: "de dados a dados y tiro porque me ha tocado". Supone el aumento de las transferencias a los dieciocho pueblos que este año se van a repartir setecientos mil euros, y de las subvenciones nominativas a asociaciones, que suman entre ambos cerca de cuatro millones que, como los pimientos de Padrón unos se justifican "e outros non". Los agraciados por el dedo o dado son pueblos que reciben más dinero para obras o servicios que los demás. Es lo que tienen los juegos de dedos, no de dados.

"De puente a puente y tiro porque me lleva la corriente", o lo que en nuestro tablero se llama "de San Cristóbal a Benavente y promesas que se lleva la corriente". Porque las palabras son aire y van al aire, que decía nuestro romántico Becquer, y en los presupuestos de la Diputación los tres millones comprometidos para la industrialización de Benavente y el millón y medio para el polígono de San Cristóbal de Entreviñas se han convertido en... ¡un eurazo!, eso sí, para cada uno. Y ya se dotará con cargo a remanentes o cuando sea necesario a través de fondos de contingencia, o si Europa suelta la gallina (o la oca), o... se los lleva la corriente, que en esa zona hay muchos ríos y muchos puentes.

Como el juego de la Oca admite muchos participantes, en el tablero provincial también juegan otras administraciones. Mientras todas parecen haber caído en la favorable casilla "de la Zamora envejecida a la Zamora de las oportunidades", ningún zamorano acaba de caer en las "oportunidades" que provoca el envejecimiento, más allá de cumplir años y hacernos viejos. Las oportunidades se limitan a algunos cargos públicos que forman parte de las instituciones, sobre todo de los que juegan fuera del tablero provincial, en Madrid o Valladolid.

Sin embargo, los habitantes de Zamora vamos cayendo -¡mala suerte tenemos!- en casillas de penalización: los más jóvenes caen en la del Pozo, "de la precariedad al paro"; los pequeños empresarios y comerciantes caen en la Posada "y pierden más tiradas" que las del juego de la Oca; y los campesinos caen en la del laberinto al treinta porque "laberintos del mercado y de la PAC, precios de treinta años atrás". Agricultores y ganaderos son los únicos que últimamente están dispuestos a cambiar las reglas del juego y en lugar de ir de oca a oca han decidido ir "de pollo en pollo" y montarlos, los pollos, en la calle y con el tractor cada vez que caen en una casilla negativa, que son muchas en el tablero rural.

Porque además de las clásicas casillas de penalización del juego, en el tablero rural zamorano se juegan otras: del UBOST al área funcional y juego con el territorio para marear y no comarcalizar; del Consultorio al CRA y estamos sin teléfono para cita concertar; del Alvia al Avlo y te cierro la taquilla porque te ha tocado... Estas casillas sólo por citar las más actuales.

Además se mantienen las casillas que forman parte del juego habitual y que sólo sirven para contar con las fichas hasta llegar a la final, pero que no resuelven nada. Las del tipo: del Brexit al Lexit, "si hay discriminación me marcho para León"; o sirven para menos como "del pum de cazar al pin parental".

Antes de llegar a la casilla final, hay que tener cuidado con la calavera o muerte que nos lleva a la primera y vuelta a empezar: "de vivo a despoblado y Zamora se muere porque le ha tocado".

En conclusión: hay que romper las reglas del juego político o dar una patada al tablero social de Zamora. Y del mundo.

Porque hay muchas personas que no vamos a pasar del "imperativo legal" en las instituciones al "me importa un comino". Porque nada humano nos es ajeno y queremos que nuestros niños jueguen al original juego de la oca y tiro porque me toca... cuando se garantice que le toca a todos los niños y niñas y llegamos a la casilla final de la igualdad.

Porque si las cartas están marcadas no vamos a tirar la baraja, y si caemos en la casilla del pozo no nos vamos a ahogar. Y porque como dijo el paisano León Felipe: "Voy con las riendas sueltas y refrendando el vuelo, porque no es lo que importa llegar solos y pronto, sino llegar con todos y a tiempo." O lo que no es lo mismo pero es igual: de oca a oca porque a todos y todas nos toca.

Y si no, rompemos la baraja o retiramos las fichas del tablero y el dado, digo dedo. No jugamos.

(*) Portavoz de IU en la Diputación de Zamora