2019 será recordado como el año en el que la batalla contra la despoblación se disparó mediáticamente. En la memoria de todos está la Manifestación de la Revuelta de la España Vaciada que recorrió el centro de Madrid el 31 de marzo; el debate televisado sobre el Reto demográfico organizado por NEXT Educación, a pocos días del debate de los líderes antes del 28 de abril; y, por supuesto, la candidatura de Teruel Existe que obtuvo el 10-N un diputado y dos senadores. Espectacular. Escépticos e incrédulos, que desconsideraron el grave problema que supone una España despoblada en tensión con otra España superconcentrada en muy pocas ciudades, corren ahora a incorporarse a esa movilización de la sociedad civil para afrontar el problema.

Pero hay que recordar que el año 2019 se había iniciado con el II Foro de la Despoblación que el Ministerio de Agricultura (MAPA) organizó en Puebla de Sanabria, en Zamora. Llegando a esa cita en tren recordaba yo la tragedia de Ribadelago que tanto impactó en mi familia, y en toda España; mi tío Luis Campo había trabajado como perito eléctrico en esa central hasta unos días antes y sentimos la catástrofe como propia. Aquel encuentro en Puebla, en febrero, fue la inauguración de un torrente de actividades que sacaron del segundo plano de actualidad la batalla por la dignificación del medio rural español, batalla que hace ya una veintena de años comenzaron algunas entidades en Teruel, Soria, Zamora y otras provincias.

Estamos en 2020 y de nuevo en febrero, y en Zamora, arranca "el año de la Despoblación", si así puede llamarse a ese conjunto de actividades y de movilizaciones en torno a ese grave problema que tiene nuestro país. Por fortuna, no partimos de cero. El Reto Demografico escaló desde coloquios comarcales y provinciales hasta una Vicepresidencia del Gobierno, la que lidera Teresa Ribera, ministra encargada de la Transición ecológica. Pedro Sanchez cumplió así su compromiso contraído en el debate del 3 de noviembre que organizó la Academia de Televisión.

La España despoblada juega ya en primera división, y no en regional como hasta ahora. Pero queda ganar el partido y no equivocarse para evitar que se entierren inversiones públicas en programas poco rentables, como con frecuencia ha sucedido. De ahí que coloquios, convenciones y reuniones como la que se organiza en Zamora el 5 de febrero aporten luz a la concreción de las medidas imprescindibles para reactivar el decaído medio rural español. Se la juega el campo, pero también las ciudades, porque la despoblación es un problema medio ambiental de primer orden.