Mucha controversia se ha creado estos días tras conocer el "pin parental" de Vox en Murcia y no sé por qué será que los más alarmados son esos supuestos garantes de la democracia (los Progres) ya que en el artículo 27.3 de la constitución española dice claramente: "Los poderes públicos garantizarán el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones", a lo cual yo creo que convicción moral se podía referir en ejemplo a cualquier taller impartido por asociaciones con ideología de género y o asociaciones Comunistas-LGTB. Mucho padres están con razón en contra de que estos talleres se implanten en horario escolar y no por esto están en contra de los derecho LGTB como gran parte de la izquierda quiere hacer creer. Un buen ejemplo es el mío, ni mis padres, ni yo mismo hemos querido que yo asistiera a ninguna de esas charlas en mi edad escolar, y yo, que soy su hijo, soy homosexual y mi padre no está en contra de los derechos LGTB ni es un fascista por no querer que yo asistiera a esos talleres, de hecho al igual que yo siempre los hemos defendido. Con esto quiero decir que no por no asistir o no querer que tus hijos asistan a estos talleres te conviertes en un homófobo-fascista, los niños ya tendrán tiempo a descubrir su condición sexual y o ideología en la calle, la escuela está para aprender.

Otro tema es el numerito que ha montado la izquierda con su berrinche habitual diciendo que los hijos no pertenecían a los padres, como ya hizo Adolf Hitler y Stalin. Con esto me acuerdo de un post que compartió un buen amigo mío en sus redes sociales en el que decía "¿A ver si algún progresista me puede aclarar donde se sustenta el derecho al aborto si los hijos no son de los padres, o de la madre, en este supuesto?". Y tiene mucha razón: ¿por qué como unas personas pueden decir un día que tienen derecho a abortar a su hijo y al día siguiente de haber acabado con la vida de su hijo decir que no les pertenece? ¿O es que los hijos solo les pertenecen para acabar con su vida, pero no para decidir a qué charlas asisten? Esto es la doble moral de la izquierda reaccionaria, que como el dicho popular bien dice "consejos doy pero para mí no tengo".