Un dicho del periodismo reza que si alguien dice que llueve y otra persona dice que no, tu trabajo no es citar a ambos, sino mirar por la ventana y comprobar la verdad.

Preocupa en la falsa equidistancia del periodismo actual que se preste ya no el mismo espacio, sino el doble, a difundir en el artículo del 17 de enero las excusas de un practicante de la pseudociencia de "sanar con péndulos" por la alerta que publicaron al Colegio de Médicos de Zamora el día anterior por esta propuesta.

No debería haber lugar a un juego de réplicas y contrarréplicas en este asunto; la alerta del Colegio sobre esta pseudociencia se queda muy corta, a tenor del perfil de su promotor.

A poco que el periodista saque la cabeza por la ventana, puede encontrarse con que, entre las propuestas que este individuo difunde, se encuentra una mezcla de las "constelaciones familiares" de Bert Hellinger y la "Nueva Medicina Germánica" del exdoctor Hamer, ambas propuestas catalogadas de pseudoterapias con altísimo riesgo sectario y, esta última en particular, con un amplio reguero de muertes constatadas a sus espaldas por su desnortada premisa de que el cáncer es producto de un conflicto emocional y basta con tratarse psicológicamente, rechazando toda propuesta médica convencional, para curarse del mismo.

El mismo día en que se publicaba la alerta del Colegio, el diario "Clarín" de Buenos Aires publicaba una noticia sobre el enésimo fallecimiento de un niño a causa de esta aberrante práctica.

De lo poco en lo que Laorden tiene razón en su artículo es en que su curso no entra en competencia con ningún tratamiento oficial. Es algo implícito a las pseudoterapias. Las excusas de que un curso de "sanación" con la "terapia de respuesta espiritual" no tiene propósito terapéutico, ya sea físico o mental, y que el término no está en el cartel (cuando la propia noticia contiene el cartel donde puede leerse claramente), vuelve a dar que pensar sobre el buen hacer del periodismo actual.

Por favor, miren por la ventana. Saquen la mano por ella, si es menester. Comprueben que la noticia no es que haya un promotor de pseudociencias intentando defender su negocio, sino la enorme afluencia de este tipo de ofertas que inundan Zamora (y el resto del país). Con la desinformación en salud, lo mejor que puede pasarte es que te estafen y, lo peor, que te maten. El trabajo del periodista es (debería ser), publicar información veraz.