Se nota el ascendiente, la influencia, el dominio, la autoridad de Pablo Iglesias sobre Pedro Sánchez. Resulta incomprensible que el presidente del Gobierno de España no reciba a Juan Guaidó, presidente encargado de Venezuela a su llegada a España en su gira europea que le llevará a visitar Reino Unido, Bélgica y Suiza. En su etapa española, el señor Guaidó, en lugar de ser recibido por el presidente del Gobierno, para no molestar a Nicolás Maduro, íntimo amigo y benefactor de Iglesias, será la ministra de Exteriores, sin experiencia, Arancha González, la encargada de mantener una reunión con el mandatario venezolano. Eso, siempre y cuando la ministra esté de vuelta en España tras su periplo internacional por Jerusalén, Marruecos y Argelia.

Es vergonzosa la actitud de Sánchez con quien más tarde o más temprano, tras la caída de Maduro, que se producirá, será el presidente democrático de Venezuela. El comportamiento de Sánchez deja mucho que desear. Quien tiene responsabilidades de Gobierno no puede ser tan veleidoso. Iglesias, sin prisa pero sin pausa, gana terreno a Sánchez quien es feliz sobrevolando en helicóptero, sin bajar al barro, la zona afectada por 'Gloria'. Su paso por el foro de Davos tampoco ha sido para lanzar cohetes. Ha tenido más repercusión la presencia del rey de España, Felipe VI en el Quinto Foro Mundial del Holocausto donde se ha codeado con los mandatarios de los principales países de Europa y del Mundo, que el esfuerzo inútil de Sánchez en la localidad suiza de Davos, queriendo meter con calzador su gobierno de coalición, entre los pocos empresarios asistentes durante su intervención.

El permanente ninguneo de Sánchez al Rey lo ha hecho extensivo a Juan Guaidó. Hasta tal punto resulta escandaloso que incluso la Liga Española Pro Derechos Humanos, la Federación Internacional Pro Derechos Humanos y la Federación Española Pro Derechos Humanos, ha remitido una carta, que no tiene desperdicio, al Presidente español recordándole detalles que parece haber olvidado. Puesto que tengo fotocopia del documento en mi poder, voy a extractar algunos párrafos. "Preguntarle, señor Sánchez, si comparte el criterio de su Vicepresidente Segundo, Don Pablo Manuel Iglesias, de que el Excmo. Sr. don Juan Guaidó, de visita en España es, simple y llanamente "un dirigente muy importante de la oposición venezolana". Resulta como poco curioso que el señor Guaidó haya sido recibido por los demás Jefes de Gobierno europeos y aquí tenga que ser una ministra quien haga los honores. Como presidente del Gobierno de España está en la obligación de saber que el señor Guaidó ha sido reconocido por 50 países como Presidente Interino de Venezuela. Entre esos países, por cierto, se encuentra España. Con todo el respeto, queremos preguntarle, esperando recibir cumplida respuesta, si acaso, a raíz de la formación del Gobierno de Coalición, el señor Guaidó ha dejado de ser reconocido como presidente interino pasando a político de la oposición". La Liga ha dado en el clavo.

Dónde ha dejado Sánchez la tradicional cortesía y educación españolas. Cómo puede olvidársele a todo un presidente del Ejecutivo, el reconocimiento de España a la figura de Guaidó. Qué poco se da a valer Sánchez si se deja comer el terreno por su 'vicesegundo' que acabará por anularlo. Lo vaticiné hace algún tiempo y son los hechos los que me van dando la razón. Incomprensible y vergonzosa esta actuación marcada por un compromiso que va a dejar a Sánchez en mal lugar en más de una ocasión. Iglesias gana, Sánchez pierde.