Mariano Rajoy está de gira. Hemos perdido a un presidente de Gobierno y hemos ganado un escritor. No deberíamos encuadrarlo en el realismo social. Hay quien no traga a Rajoy en ninguna de estas dos facetas, pero no falta quien se pirra por él y su verbo, su socarronería y maneras. Rajoy ha publicado "Una España mejor", que le está granjeando gran éxito de público, no así de crítica. El otro día llenó en Málaga El Corte Inglés y en Sevilla, presentado por Juanma Moreno Bonilla, hizo también faena ante público fiel y numeroso, adepto y ligeramente mayor. Le tienen programados actos por toda España, ya estuvo en Madrid y Alicante, y él aprovecha para hacer turismo, comer bien, dar paseos y correr un rato por la ciudad en cuestión cuando se levanta en el hotel. En Málaga se le pudo ver dando un garbeo atlético a la vera del mar con el senador Manuel Marmolejo y otros. Quienes le conocen dicen que es afable, que la moción y descabalgamiento de la presidencia no le ha amargado y que en el libro hay más reflexión que cotilleo. Reflexión entendible, claro, que tampoco estamos ante un Kant, ni falta que hace. Bono también ha publicado libro, que parece que por el lado de los chismes es más ameno o jugoso. Hay políticos que buscan la puerta giratoria y otros se ponen a escribir o a que les escriban. Viajan, las señoras les dan besos, obtienen un dinerito, vuelven al candelero y la editorial se forra. Todo el mundo gana. Bueno, ignoramos si el lector también.

No todo han de ser en los grandes almacenes colas para ver a adolescentes que salen en la tele cantando. Está bien que haya quien aprecie a señores maduros que han decidido que sus recuerdos y opiniones merecen ser puestos por escrito, encuadernados y expendidos en librerías. No hay libro malo. De todos se aprende. Incluso de un autor puede aprenderse que no ha de leerse nada más de él. Decía Borges que un libro dejaba de pertenecer al autor en cuanto alguien lo leía. Que el lector era el dueño.

Borges, con tantos senderos que se bifurcan y tanto Aleph, se complicaba un poco la vida, dado que más bien el libro es de cualquiera que pague 20 euros. Así, en general.

"Una España mejor" para Rajoy, seguramente, será la que él gobernaba, pero ahora el Gobierno es rojeras y dependiente de los insolidarios y en la derecha no saben qué va a ser primero, si la subida del salario mínimo o romper España. Rajoy quiere saber mucho de la política pero nada de su partido. Ahora es libre. Sujeto solo a enormes presiones editoriales, queremos decir.