nte lo preocupante de la noticia que no ha partido de la "derecha fascista", es decir, de PP, Vox y Ciudadanos, sino de la prensa boliviana, lo que están en la obligación de hacer Pablo Iglesias, Pedro Sánchez y el Gobierno en pleno es dar la cara y si hay que depurar responsabilidades, hacerlo, sin que les tiemble la mano. Iglesias y el resto de fundadores de Podemos no pueden esconderse toda la vida en mentiras, disfrazando una realidad que se muestra tozuda con ellos y que se puso de manifiesto en el penoso incidente ocurrido hace semanas en Bolivia con los GEO de por medio enviados por el Gobierno en funciones.

La noticia está corriendo ya como un reguero de pólvora por las redacciones de los periódicos, los mentideros, las redes y todos los cenáculos ad hoc. Al parecer, el Gobierno de Bolivia, bajo la presidencia de Evo Morales pagó al menos 1,3 millones de euros, que es una pasta gansa, a la Consultora Neurona Consulting, estrechamente vinculada a Podemos y sobre la que se extiende la sospecha que conecta a esta empresa con el incidente diplomático de Bolivia. Entre 2017 y 2018 salió dinero a espuertas para esos contratos que se firmaron sin licitación pública. Todo muy transparente. Esos casi dos millones de euros se destinaron, en teoría, a una serie limitada de postales, Gif y videos ensalzando la figura de Morales y los logros de su Ejecutivo, para la campaña electoral. No es ningún bulo, no es ninguna "fake" como gusta decir a los progres, no es un invento de los "enemigos de Podemos". Hay papeles que lo demuestran. El diario "El Mundo" ha tenido acceso en primicia a ellos. Pero la noticia está en todos los periódicos bolivianos.

El Gobierno de Bolivia está dispuesto a desvelar la existencia de documentos que vinculan al régimen de Morales con Podemos y sacar a la luz los, por lo menos, ocho contratos millonarios que el Gobierno boliviano llevo a cabo con la consultora en cuestión al parecer estrechamente unida también a Juan Carlos Monedero, cuyo nombre, y los de Iñigo Errejón, Carolina Bescansa y el propio Iglesias salen muy a menudo a relucir. Tan es así que el gobierno de aquel país considera que podrían existir indicios de conducta antieconómica, "uso indebido de influencias", "negociaciones incompatibles con la función pública", "incumplimiento de deberes", amén de "falsedad ideológica". Y, vuelvo a decir, la noticia no ha partido de la derecha española, la noticia está en los titulares de toda la prensa boliviana.

Evo Morales, ahora en Argentina preparando su vuelta a Bolivia y amenazando con crear grupos paramilitares, más bien grupos terroristas para hacer frente al nuevo Gobierno, sale muy mal parado en todas las informaciones aparecidas. Dilapidó dinero público en tonterías a través del Ministerio de Comunicación, ahora bajo sospecha, que salpica de lleno a Podemos. No hay nada que confirmar porque está todo confirmado. Aquí no hay presuntos que valgan, aquí hay corruptos y sinvergüenzas que se lo han montado de cine. Visto lo visto cabe decir con más humor e ironía que otra cosa que tenemos una parte del Gobierno pagado por una potencia extranjera.

Pero es que el periodista Jaime Bayly, afirma que Morales hizo negocios con el cartel mejicano de Sinaloa por 250 millones anuales de los que "dos o tres" iban para Iglesias y Podemos. Y yo preocupada por la hipoteca de su casoplón que podrá resolver la pareja Iglesias-Montero con su doblete en el Gobierno de Sánchez. Más tarde o más temprano, la verdad, toda la verdad va a salir a relucir y alguien tendrá que salir a dar la cara. Que lo aclaren pronto, por favor. Porque, en principio Iglesias y Podemos están bajo sospecha.