Nunca como hasta ahora la veda abierta al Rey de España había estado tan concurrida. Se le cuestiona por absolutamente todo. Ni que fuera un niño al que hay que reprender constantemente. Aquellos que critican sin ton ni son no pueden ignorar que la Monarquía española y Su Majestad el Rey don Felipe son los más valorados internacionalmente. No hay ni un solo político español que goce de la consideración necesaria en esa especie de barómetro de las valoraciones internacionales. No se puede estar constantemente a la 'caza y captura' del jefe del Estado. También hay que explicar a algunos que el jefe del Estado es el Rey, no el presidente del Gobierno de turno. A veces se actúa y se habla de forma confundida en ese sentido. La democracia es ya mayorcita como para no haber subsanado ciertos errores.

Aunque a título personal, esta vez ha sido el presidente del Parlamento de La Rioja, el socialista Jesús María García, quien tras acusar a la oposición de "utilizar" al Rey "contra la democracia" exige una consulta sobre la Monarquía en España, tras demandar a Felipe VI que "se desmarque" de la "derecha fascista". Muchas apreciaciones que son solo eso. Desde la irrupción ascendente de VOX en el panorama político español, la derecha española tiene que cargar con el 'cariñoso' apelativo de "fascista". Algunos políticos deberían recibir lecciones prácticas sobre el significado del fascismo.

El Rey de España no tiene que desmarcarse de nada ni de nadie porque en eso su papel, absolutamente transparente, es impoluto. No se apoya ni en unos ni en otros. Son los unos y los otros los que echan mano de la Monarquía para lo que les interesa. Unos para denostarla. Otros para azuzarla. Ellos, los políticos, son los que hablan, los que dicen, los que apelan, los que ensucian, los que pervierten el papel que desempeña el Monarca. Don Felipe, prudente como siempre, calla, lo cual no quiere decir que otorgue. El silencio es su mejor aliado, sobre todo en estos tiempos ciertamente convulsos, de políticas erráticas y mil pareceres en materia de gobierno.

¿Quién es el socialista Jesús María García para "exigir" al Rey que "se desmarque" cuando el Rey no se ha alineado con nadie? El socialista García se lo tiene que hacer mirar. Su percepción es errónea y su objetividad nula. Ahora toca cargar contra el Rey don Felipe y algunos se están empleando a fondo. Lo malo es que unos son simples peones del damero político y otros son figuras de más relieve. El presidente del Parlamento de La Rioja, necesitaba unos minutitos de gloria, a ver si lo hacen ministro o Secretario de Estado o algo más relevante, y ha salido por la tangente sin que viniera a cuento. Amenazar no es lo más indicado y este tipo, por mucho que sea la segunda autoridad de La Rioja, no es quien para amenazar al Rey diciendo que "tal vez sea el momento de que España se pronuncie sobre el futuro del Rey en las urnas". Algunos socialistas están perdiendo no sé si la cabeza o el sentido de la orientación. No se puede provocar constantemente. Alguna vez van a tener cumplida respuesta y no va a gustar nada.

Más respeto al Rey por parte de los políticos sería aconsejable. El presidente del Gobierno está en la obligación de evitar situaciones como la producida por la parlamentaria de Bildu o este correligionario suyo, el ciudadano García. No puede seguir manteniendo un silencio cómplice ante tanta afrenta. Prometer, lo que no se va a cumplir es desaconsejable. A la larga pasa factura. Aunque sutil, había algo que separaba al PSOE de Podemos. Desgraciadamente, ya no.