Tómese la página de anuncios de pisos de Zamora en La OpiniOn-El Correo de Zamora y véase. Frente a unos cien anuncios de venta u ofertas de pisos, aparecen tres o cuatro habitualmente de ofrecimiento en alquiler. Aunque no sea muy significativo, eso nos lo dice todo.

Doña Carme Chacón, ministra de vivienda, está dándole vueltas y vueltas para presentarnos de la mejor manera posible ideas con que mejorar el mercado de alquiler de viviendas y por añadidura el arreglo del problema de la vivienda en España. Pero los jóvenes españoles al parecer no tienen ningún interés en el alquiler, según encuestas recientes, ya que ven o consideran que es una forma de tirar el dinero y que les es más provechoso comprarse un piso con el que empezar a tener un patrimonio. Queramos o no, es la cultura dominante, que además ha ido aumentando con el paso de las generaciones y de los años a través del sistema democrático.

Al señor Zapatero y a la ministra les urge el asunto por razones obvias. Las elecciones están a pocos meses. Una oferta con enganche para los jóvenes podría hacer que las intenciones de voto subieran, ya que ahora, según todos los indicios, aumenta el número de indecisos a la hora de querer dar su voto a uno u otro partido. Les cuesta decantarse, si piensan en su bienestar.

La ministra Chacón nos presenta buenas intenciones, pero nada más, porque sus medidas, por mucho que queramos comprimirlas, son de medio plazo y su puesta en marcha inmediata no será posible. Los que se basen en estos hechos, tendrán que acudir a su fe en las buenas intenciones y promesas del señor Zapatero y sus acólitos. También nos habla doña Carme Chacón de la medida fiscal con desgravaciones para quienes vivan en alquiler; y de otra que es la del cambio del marco legal del alquiler en España, cuya base fundamental es la falta de seguridad del propietario del piso alquilado, lo que significa que están retirados del mercado de alquiler unos millones de pisos que podrían estar haciendo la labor social correspondiente.

Además, ninguna de las medidas que propone la señora Chacón es nueva por lo que resulta difícil de entender el empeño de la ministra en insistir tanto en lo mismo. Pero en vez de estrujarse las meninges en su ministerio para buscar soluciones, aunque sea a largo plazo y aunque no resulten rentables electoralmente, se dedica a repetir lo conocido.

Cambiar la ley de arrendamientos urbanos hoy, deprisa y corriendo, no parece acertado ni posible y las desgravaciones fiscales a favor de los inquilinos son aún más difíciles, si se tiene en cuenta que los argumentos que ponen los jóvenes en contra se basan en la experiencia de los españoles que han o hemos pasado obligatoriamente por los horcas caudinas de tener que adquirir un piso para poder vivir con unas hipotecas que vendrían a asumir lo que les valdría una renta o alquiler, dadas las actuales circunstancias. Las ayudas para los que entran en un piso de alquiler se convertirían previamente en un sobrecoste de la vivienda a la que acceden, lo que quita buena parte de ilusión. Además genera, a poco que pensemos, un coste fiscal que no se sabe cómo podría aceptar el ministro de Hacienda

y el propio contribuyente. Doña Carme Chacón debería pensarlo mejor.