No podía ser de otra manera, la Patrona de los Farmacéuticos es una mujer; limpia, y purísima como los medicamentos que hacemos y dispensamos. Lo es desde 1845, aunque la Historia de los farmacéuticos tiene más de 800 años adaptándonos a las necesidades de los usuarios de un servicio básico como el acceso al medicamento; complementemoslo ahora con servicios profesionales farmacéuticos asistenciales (SPFA) en colaboración con el resto de profesionales sanitarios. Más en circunstancias como la que vive Zamora en la que la despoblación y la desaparición de servicios en la mal llamada España Vaciada (hay gente a la que atender), hace que un establecimiento sanitario, privado y de interés público como la farmacia, pueda convertirse en referencia del Sistema sanitario que debe integrar a un profesional que está infrautilizado. Cada vez que la Administración ha querido contar con nosotros le hemos demostrado que hacemos las cosas Bien.

Debemos reivindicar que para trabajar necesitamos de herramientas que gracias a la solidaridad podemos tener hasta en la farmacia más perdida, como son las conexiones a internet para la receta electrónica. Hay más, hay farmacias abiertas las 24 horas en turnos obligatorios y que nadie nos paga o reconoce. El coste del sistema de Urgencias de las farmacias es integramente soportado por los farmacéuticos, y debería de ponerse en valor, si no es económico por lo menos profesional.

Necesitamos estabilidad, sin leyes o reales decretos que ponen en peligro la viabilidad de las farmacias. Basta de legislar teniendo solo en cuenta el gasto farmacéutico, porque si bien el gasto de medicamentos en Hospitales está descontrolado, el de receta es un gasto absolutamente contenido.

Confíen en la farmacia tiene mucho que aportar; si nos dejan...