Es la superposición del transcurso normal del año con los misterios de la vida de Cristo: desde la Encarnación hasta su retorno en gloria. El año litúrgico comienza con el Adviento, el tiempo de la espera del Señor, tiene su primer punto culminante en el ciclo festivo de la Navidad y el segundo, aún mayor, en la celebración de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo en la Pascua. El tiempo pascual termina con Pentecostés. Las fiestas de la virgen María y de los santos jalonan el año litúrgico. (YOUCAT 186)