Los problemas que cercan el desarrollo de Zamora dejan de parecer insuperables cuando se evidencia el esfuerzo personal de quienes luchan, cada uno desde sus puestos de trabajo con tesón y eficacia, para sacar adelante multitud de pequeños negocios que, sumandos, forman un todo esperanzador. Este mes de noviembre ha tenido acento especial en el mundo de la mujer con protagonismo acentuado en el caso de este periódico. LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA celebraba con éxito la segunda edición de los premios e-Woman, destinados a destacar el perfil profesional pero también personal, porque ambas facetas van intrínsicamente unidas, de mujeres que se han convertido en referencia dentro del mundo laboral llegando a ocupar altos puestos en empresas punteras. Un nivel de formación hasta alcanzar la excelencia, audacia y luchar para romper estereotipos y falsos complejos han llevado a la cumbre a todas las ponentes que en el foro se dieron cita y también en las premiadas en el certamen.

Ejemplos que incluyen, muchas veces, reinventarse, como es el caso de la ganadora al mejor negocio online, una licenciada en Administración de empresa que, tras una próspera carrera nada menos que en China, vuelve a casa para crear un negocio novedoso de complementos fabricados con piezas de juegos de construcción. Igual de inspirador resultó el galardón a toda una trayectoria a Teresa de Pedro, física de 80 años, que indudablemente tuvo que sortear numerosos obstáculos desde su Malillos de Sayago natal hasta convertirse en investigadora del Centro Superior de Investigaciones Científicas y estar al cargo de proyectos como el coche autónomo, en épocas, los años 90, en las que algo que hoy balbucea como adelanto tecnológico, podía considerarse más propio de la ciencia ficción que de la realidad tecnológica. Ejemplos que demuestran que desde el mundo rural sí se puede, como Francisca Garrote, llevando hasta Oriente Medio la producción alfarera de Pereruela, María Ángeles González que sacó adelante desde la nada una explotación de ovino de las más importantes de una provincia puntera en la producción de productos asociados al cordero. O en un campo tan hostil para la mujer como el deporte, resulta alentador ver trayectorias como la de la piragüista Victoria Fraile, reconvertida en fisioterapeuta porque los laureles de la competición no dan para ganarse la vida.

El propio auditorio del e-Woman vino a demostrar que, más allá de todas las dificultades, hay una Zamora que palpita y que no se rinde ante las estadísticas más agoreras. Y el abanico que allí se concentraba era una muestra amplia de lo mucho que la sociedad zamorana tiene por ofrecer: desde jóvenes ingenieras que luchan por consolidar gabinetes de riesgos laborales, lo que implica una formación constante para ofrecer la asesoría adecuada a las empresas para las que trabajan, a quienes señalaron un día en el mapa la provincia como destino para actividades culturales que otros podrían considerar minoritarios, un estudio de ballet clásico que, contra todo pronóstico, prospera y envía alumnos al Conservatorio cuando acaban una primera fase de formación y demuestran cualidades excepcionales.

Hay talento, claro que sí, y hacer visible y reconocer ese talento resulta vital para llenar los espacios de la Zamora vaciada. En esta ocasión se concentraba el acto en mujeres, pero las ganas de salir adelante no tienen sexo, naturalmente. La cuestión es si ese talento que, al fin y al cabo, está al servicio de la provincia, obtiene el eco que merece. Es más que probable que ninguno de ellos ocupe cargos de relumbrón, mucho menos que lleguen a ocupar puestos de responsabilidad en el terreno de la política, que a veces pudiera parecer el verdadero desierto y no cualquiera de los pueblos de la provincia cuyos padrones languidecen.

Pero es necesario el encuentro entre quienes están al mando de las instituciones y quienes se levantan cada día para procurar que la provincia se caiga un poco menos, a pesar de lo que se empeña la demoscopia en justo lo contrario. Cuando surgen iniciativas como la de pedir un sello de calidad para el barro de Pereruela, pudiera parecer una ocurrencia si no existieran empresarias como la premiada por el periódico que demuestra cómo la alfarería, un oficio artesano y antiguo, puede sentar las bases de toda una industria capaz de subyugar a los importadores de Arabia Saudí, tanto como los vinos y quesos se enseñorean de los mercados internacionales asiáticos.

Que surjan asociaciones como Zamora 10 en la que los propios empresarios tiran para adelante hasta poner sobre la mesa realidades como la Escuela de Industrias Lácteas, cursos de español para estudiantes menores de edad bajo el amparo de la Universidad y de la Fundación Rei Afonso Henriques, o las apuestas en turismo demuestran que hay muchas personas que no están dispuestas a cerrar la puerta de Zamora, apagar la luz y cerrar la llave. Al contrario, hay que sacudir esta sociedad zamorana hasta vencer el último ápice de feroz individualismo y recorrer el camino de la unidad. El tesón del que hablábamos al principio, ha hecho que Zamora 10 y las instituciones llegaran, finalmente, a un punto de encuentro que es solo el principio de una partida larga y que exigirá a todos jugar bien las cartas del futuro de Zamora.

Otro tanto puede decirse del proyecto Puerta del Noroeste en Benavente, con el compromiso financiero de las instituciones locales, provinciales y regionales, que puede convertirse en la última baza para sacar verdadera rentabilidad de ese nudo de comunicaciones que es la ciudad de los Condes y que, hasta ahora, solo se ha traducido en decepciones y cierres de factorías. Formación, tesón, esfuerzo, audacia y fuera complejos. La fórmula de las ganadoras del e-Woman sirve para construir las bases de una provincia que mire hacia adelante con arrojo hasta hacer añicos la última de las encuestas amargas que empujan a nuestros jóvenes, a nuestro talento, lejos de su tierra.