La Iglesia comienza hoy, domingo, el tiempo de Adviento y, con él, un nuevo año litúrgico. Durante cuatro semanas, los cristianos se preparan para la venida del Señor Jesús. Pero no sólo se trata de un tiempo que antecede al misterio de la Navidad, sino también un período que recuerda el carácter esperanzado de la vida cristiana, porque la realidad se contempla en la expectación de la segunda venida de Cristo al final de los tiempos, la Parusía. El color de los ornamentos es el morado, y un signo muy empleado en los templos es la corona de Adviento, formada por cuatro velas que se van encendiendo domingo a domingo, avanzando hacia la gran celebración del 25 de diciembre, el Nacimiento del Hijo de Dios encarnado.