La tarde del pasado sábado, día de reflexión para los españoles, mi hija y yo nos fuimos a coger unos níscalos al pinar de Peñausende, no son muy abundantes pero con un poco de paciencia se puede coger suficientes para saciar el deseo de comer un buen plato. Todo lo que le pongas del cerdo para aderezarlos satisface el paladar de los más exigentes comensales.

Mi hija quería saber cosas importantes de Vox porque no entendía que un partido político cuyo líder habla como lo hacía Hitler ante las asociaciones patrióticas bávaras en 1922 y que de su actitud de desavenencia con lo establecido en la Constitución Española se pudiera derivar provecho político. Hay una diferencia notable, Hitler entonces carecía de un partido político y exigía una mayor autonomía para Baviera y los de Vox quieren derogar el sistema autonómico y todas las leyes progresistas que los españoles se han dado en los últimos cuarenta años. Pero el fin que persiguen es el mismo del nazismo.

Me contestó: igual que a ti, me preocupa que después de cuarenta años de la dictadura de Franco las buenas gentes humildes de los pueblos se hayan olvidado de asumir responsabilidades y deseen volver al estado de esclavitud de aquellos años. Los he visto aplaudir entusiasmados en los mítines, alguno daba la impresión de que se dejaría matar antes de traicionar al mitinero. Y no eran jóvenes con aspecto revolucionario ni gentes vestidas de Pertegaz, eran personas que han entrado en edad del declive pero no sabían hacer otra cosa nada más que aplaudir y gritar ¡viva! Con frenesí.

-Tienen miedo.

-Miedo ¿de qué? - me preguntó- Los españoles gozan de un nivel de libertad política como nunca en la historia de España ha ocurrido, tenemos unas instituciones altamente cualificadas, libres e independientes y los instrumentos de poder del Estado a disposición del Gobierno para hacer respetar sus decisiones está formado por profesionales altamente especializados. Pues de lo que deberían verdaderamente tener miedo es de qué esas instituciones caigan en manos de extremistas que no duden en utilizarlas contra los españoles.

Mi querida jovenzuela, son gentes que solo ven extranjeros con hijos pequeños en el consultorio médico despilfarrando nuestros impuestos y no quieren que vayan al colegio con sus nietos. De lo que verdaderamente deberían tener miedo es de qué esas instituciones sean democráticamente alcanzadas por los extremistas nacionalistas. Para ellos las urnas no son otra cosa más que el medio para obtener el poder del Estado. La ideología de nacionalismo de Estado no es una respuesta a la crisis de valores de identidad, que no existe, sino una cuestión de política práctica que es aceptada o abandonada según criterios pragmáticos.

Este tipo de ideología vale para los nacionalistas separatistas con la diferencia de que estos no aspiran a conquistar el poder del Estado sino a crear uno independiente, otra cosa son los métodos empleados para su consecución. Por esas diferencias de método son más peligrosos que los nacionalistas separatistas. Vox no es un partido más en el sentido democrático de la palabra, sino una organización para hacerse con el control del Estado. El programa es importante solo para conquistar el apoyo de las masas, la actitud de los líderes respecto a la doctrina oficial es puramente oportunista y contra esto es el reto más importante en la política española del futuro Gobierno cualquiera que sea la composición.