Si el rosa es el color que visibiliza el Día del Cáncer de Mama, el azul es el color que nos pone en sintonía con la diabetes. Como cada 14 de noviembre, hoy se celebra el Día Mundial de la Diabetes. Evento de carácter anual que sirve para generar en todo el mundo una mayor concienciación del problema que supone la diabetes, del vertiginoso aumento de las tasas de morbilidad y de la forma de evitarla en la mayoría de los casos. Me quiero quedar con esto último porque es lo que, precisamente, quiere difundir la Asociación de Diabéticos de Zamora que preside Eusebio Díez Pinilla, un hombre entusiasta, un defensor de la Asociación que mima hasta la extenuación, un hombre comprometido con su trabajo, capaz de mover las conciencias en beneficio de los pacientes de esta enfermedad crónica que aparece cuando el páncreas no produce insulina suficiente o cuando el cuerpo no puede hacer un buen uso de la insulina.

El día de hoy en Zamora estará teñido de azul. Un color amable, simpático, que inspira confianza y se asocia con la fantasía. Me gusta que sea el color que identifica a esta patología porque el azul es el color preferido para la mayoría de las personas. Y porque una gran parte del mundo lo asocia con la libertad, la lealtad, la armonía, la seriedad y la verdad, amén de asociarlo con la fuerza, la energía física, la inteligencia y el deporte. Llegado el momento, la fachada del Ayuntamiento lucirá en ese color, para conmemorar este día que la asociación zamorana ha preparado con ilusión y en el que no faltará, a modo de manifiesto, un llamamiento a todos los agentes implicados en la lucha contra la diabetes para mejorar la calidad de vida de los afectados. Este año quieren hacer especial hincapié en crear conciencia sobre el impacto que la diabetes tiene en la familia, aumentar la calidad de vida del enfermo y promover el papel de la familia en el manejo, cuidado, prevención y educación de la afección.

Un día que tiene todos los ingredientes necesarios para no pasar desapercibido. Un día a compartir con todos los zamoranos, un día para recordar, y son datos de la Organización Mundial de la Salud, que hay casi doscientos millones de personas con diabetes. Que no es una tontería, que hay que tomársela en serio, que se puede prevenir, que se puede manejar y antes de llegar a todo ello, se puede descubrir. La cifra puede subir o bajar en función de la educación diabetológica y de los recursos que se destinen a la investigación. Si se consigue la concienciación plena de la sociedad se habrá dado un paso de gigante.

Si no me equivoco, el lema de este año es "Protege a tu familia", precisamente porque la unidad familiar resulta clave en la prevención, el diagnóstico y la ayuda al diabético en caso de emergencia. No quiero dejar pasar la ocasión, hoy que he puesto un círculo azul en mi vida, la necesidad perentoria de políticas de salud pública pero también cambios en el estilo de vida, la dieta y la actividad física entre otros factores donde cada miembro de la familia puede aportar su granito de arena. Si es verdad que todos podemos colaborar con la Asociación de Diabéticos de Zamora, ahí va mi pequeñísima aportación, mi solidaridad para con todos los diabéticos de Zamora, mi apoyo y mi cariño que, como el del resto de zamoranos, también puede ayudar más allá de este día marcado por las celebraciones.

Y como la diabetes mata y no discrimina, por favor, dejemos de ignorarla. Quiero animar desde el afecto más absoluto a Eusebio Díez y a su entusiasta junta directiva para que sigan haciendo camino al andar y al amar. Porque sólo así se hace camino.