Por segunda vez y de manera consecutiva, los tres diputados que los electores zamoranos envían al Congreso pertenecerán a tres partidos diferentes. Vox ha sido, al igual que ha pasado en el conjunto de España, la gran sorpresa en la provincia, al arrebatar el tercer escaño en juego a Ciudadanos y mandar así por vez primera un representante a Madrid.

Las elecciones han servido también para que Partido Popular vuelva a ser la fuerza más votada en la provincia, después de la victoria que logró el PSOE en abril, alterando también así el reparto de senadores: del empate a dos entre los dos grandes partidos, se pasa ahora a una victoria tres a uno de los populares. Los populares se recuperan en Benavente y en Toro, con más de seis y cuatro puntos de subida respectivamente en relación a los comicios de abril, así como en la capital zamorana, donde obtiene casi mil votos más que en primavera. Los socialistas, por su parte, pierden más de dos mil votos, mientas que el gran descalabro se produce en Ciudadanos, que pierde casi dos tercios de sus votos en la provincia.

Se produce también una reconfiguración clara del tablero electoral a escala regional. Los populares vuelven a ser la lista más votada en Castilla y León, al aumentar en más de treinta y cinco mil votos los cosechados en las últimas elecciones. La pérdida de casi treinta mil votos del Partido Socialista los deja en segundo lugar, mientras que la gran debacle de la noche a nivel regional es la de Ciudadanos, que pierde los ocho diputados que obtuvo y que ve como Vox, con seis diputados y casi un 17% de escaños se alza con el tercer puesto en la región.

Este vuelco tiene también su repercusión en el Senado, en tanto que si en abril el PSOE aventajaba en dos senadores al PP en el conjunto de Castilla y León (19 frente a 17), ahora pierde por diez, quedando la relación en 23 senadores populares por 13 del PSOE.

A escala global se dibuja un escenario de mayor ingobernabilidad aún en el conjunto del país. Los malos resultados del PSOE, que pierde en torno a ochocientos mil votos desde abril, sumados al descalabro de Ciudadanos y a la bajada, lenta pero sin pausa, de Unidas Podemos, limita aún más los posibles escenarios de acuerdos tanto para investidura como para la gobernabilidad.

En el bloque desde el centro hacia la derecha, se consolida la recuperación del PP, pero se trata de una recuperación agridulce en tanto que el ascenso de VOX -uno de los grandes triunfadores de la noche- no sólo resta fuerza a esa recuperación, sino que limita las posibilidades de los populares de alcanzar acuerdos con Pedro Sánchez a corto y medio plazo.