Acabo de leer las 1000 páginas de la "Historia verdadera de la conquista de la Nueva España" (México) de Bernal Díaz del Castillo, soldado de Cortés. ¡Impresionante! ¡Qué epopeya! Al final del libro Bernal dice que él es "el más antiguo de los conquistadores de la Nueva España". Varias veces afirma Bernal que Hernán Cortés, el conquistador de México, es tan grande en la historia como Alejandro Magno, Aníbal, Julio César o el Gran Capitán...

De todos los conquistadores que fueron con Cortés, Bernal dice "que con letras de oro debieran de estar descritos sus nombres..., por servir a Dios y a su majestad, y dar luz a los que estaban en tinieblas; y también por haber riquezas, que todos los hombres conmunmente venimos a buscar".

Con estas palabras trata de justificar la conquista de México. Ninguna nación conquistadora se creó problemas de conciencia con la conquista y colonización de otros territorios, solo España. Ahí están las disputas en la Escuela de Salamanca, en la Controversia de Valladolid de 1550, en los problemas de conciencia de aquellos gobernantes. Carlos V en persona asistió alguna vez a la clase de Francisco de Vitoria en Salamanca como un alumno más, y presidió alguna vez la Controversia de Valladolid.

Pero además Bernal dedica el capítulo CCVIII a explicar "los bienes que se han hecho con nuestras ilustres conquistas":

-Primer bien: Suprimir los sacrificios humanos en todas las poblaciones; sólo en ciudad de México y poblados vecinos, 2500 personas al año eran sacrificadas a los ídolos; y después los indios comían la carne de piernas y brazos de esas personas; el resto del cuerpo para los tigres y fieras... "Tenían en todos los pueblos...jaulas, y en ellas metían a engordar a muchos indios e indias e muchachos, y en estando gordos, los sacrificaban y comían...".

-Segundo bien: Suprimir las guerras entre los indios, que traían como consecuencia coger prisioneros, sacrificarlos y comerlos... De hecho, Cortés venció a los aztecas con la cooperación de los indios de los alrededores oprimidos por los aztecas...

-Tercer bien: Suprimir los "excesos carnales" de hijos con madres, hermanos con hermanas...

-Cuarto bien: Suprimir las idolatrías, la poligamia, las grandes borracheras...

-Quinto bien: Enseñarles nuestra santa fe verdadera, con la ayuda de buenos misioneros franciscanos y dominicos...

-Sexto bien: Enseñarles "todos los oficios que hay en Castilla", la administración civil y de justicia con que se gobiernan ahora los indios...

Para Bernal Díaz del Castillo mereció la pena conquistar, colonizar y evangelizar México, a pesar de tantos costes humanos. Con motivo de los 500 años del comienzo de la conquista de México por Hernán Cortés, el presidente actual de México ha pedido al rey de España y al Papa que pidan perdón por la conquista, colonización y evangelización de México. Es como si los españoles de hoy exigiéramos que nos pidan perdón todos los que nos han invadido y colonizado: fenicios, griegos, cartagineses, romanos, suevos, vándalos, alanos, visigodos, árabes, franceses...

Y después de todo, que el presidente de México exija también que les pidan perdón los EEUU por haberse anexionado y colonizado el norte de México en 1848.Ya Bernal Díaz del Castillo se adelantó 500 años en contestar al presidente de México, pero éste no le ha leído. Historiadores actuales han contestado al presidente mexicano, recordándole, también, "los bienes" que les llevamos, entonces, enseguida:el mestizaje, el Derecho de Gentes, que nació de estos debates, las Leyes de Indias (1512, 1542), sin parangón en la época, la imprenta, el Colegio Imperial de Santa Cruz de Tratelolco (1536), la Universidad (1551),el reconocimiento de las lenguas nativas (náhuatl...) para la evangelización, las catedrales, monasterios, palacios...,la evangelización de los pueblos de América, unas ciudades coloniales espléndidas, una lengua común preciosa...

Por eso es una vergüenza que el ministro de Cultura de España haya excusado la ausencia de conmemoraciones de estos 500 años, diciendo que Cortés es una figura polémica.

En México y en España debemos ver lo positivo de Cortés, de la conquista, de la colonización y evangelización de México, y celebrarlo solemnemente.

A finales de la década de 1980, siendo yo párroco de Villalpando (Zamora), vino a esta villa un magnate mexicano, el Lic. Rafael Ruiz Villalpando. Este señor había sido fundador del Banco de Comercio de México, presidente de la Asociación Nacional de Banqueros de México, cofundador de la Universidad Católica de México, tenía una ganadería brava. Cada vez que venía a Madrid a sus negocios de fletes marítimos, se alargaba a Villalpando a visitarnos; de Villalpando habían emigrado a México sus antepasados en el siglo XIX, y además con el apellido "Villalpando". Cogió cariño y admiración a esta villa zamorana. Un día me invitó a ir a México. Fui en el verano de 1991. Residí en México DF y en Guanajuato. Desde estas dos ciudades visitamos una buena parte de la nación mexicana. Como soy algo historiador, llevé en la mente una serie de preguntas. Entonces no existía todavía esta "rabia anticolonialista" que está derribando ahora en América estatuas de Colón, de los conquistadores, y hasta de algún misionero famoso. Pero en 1991 ya descubrí allí en México dos cosas:

Que en ninguna población de México había monumentos, estatuas, plazas o calles, dedicadas al conquistador de México Hernán Cortés.

En cambio, que en muchas poblaciones de México había monumentos, estatuas, plazas o calles, dedicadas a los grandes misioneros que evangelizaron a México: Vasco de Quiroga, Bartolomé de las Casas, Toribio de Motolinía, Juan de Zumárraga. Se ve que el pueblo mexicano supo distinguir. Con todo, los misioneros no fueron a México sino después de que Colón descubrió América y después de que Cortés conquistó y pacificó aquellos territorios inmensos.

Loor a Colón, loor a Hernán Cortés, loor a todos los conquistadores de México y América, loor a todos los evangelizadores de América, loor a España y a México que siempre deben vivir unidos como hermanos.