Conduciendo con agresividad, no se llega lejos. Cada vez que salimos a la calle estamos rodeados de cientos de vehículos, de cientos de peatones, cada uno con sus vidas, cada uno con sus problemas. Éstos hechos, afectan, y mucho, en nuestra manera de comportarnos con los demás. En concreto dentro de la seguridad vial nos encontramos con un problema que va en aumento. Hablamos de la agresividad con la que actúan nuestros conductores por nuestras carreteras, y también ,porqué no decirlo, los peatones que transitan por las vías. Una agresividad de la que se ha hecho eco en ocasiones algún medio de comunicación: peleas u otras acciones ilegales muy peligrosas dentro de la seguridad vial.

El comportamiento de los usuarios de la vía debe ser ejemplar, pues de ello depende la seguridad propia y la de los demás. Sabemos que no es fácil en ocasiones, pero hay que conseguirlo. La seguridad vial es de todos y para todos y por esa razón tenemos que aprender a compartir las vías, respetar a los demás y aceptar sus fallos y los nuestros, tenemos que tener paciencia, humildad y nunca faltar ni insultar.

En la conducción de cualquier vehículo o de cualquier automóvil se requiere una serie de destrezas y de actitudes para su correcta conducción, además del cumplimiento de las normas de circulación, el cumplimiento de las señales verticales y horizontales, respetar los semáforos de vehículos y también los semáforos de peatones. Hay que reconocer que en la conducción diaria influyen muchos factores: la economía, la crisis, el trabajo, la educación vial y también la educación.

A mí me gustaría ponernos un reto, para conseguir respeto en carretera y aumentar la seguridad vial: Tolerar sin faltar, respetarnos y ayudarnos unos a otros, pensar en los demás, tratar como nos gustaría ser tratados y mirar hacia el futuro con una "visión cero' de los accidentes de tráfico. Ya sabemos que accidentes de tráfico cer es muy difícil, pero no imposible, pues vaya como un ideal o como un reto. Lo más triste es afrontar los accidentes de tráfico en los que hay víctimas mortales o graves, como que fueran un hecho normal y en los que no pudiéramos actuar para reducirlos. Bien merece la pena intentarlo. En la conducción de vehículos no valen las segundas oportunidades.

Solo hay una vez, y de esa vez dependemos usted. su familia, sus amigos y yo. Últimamente hay mucha agresividad conduciendo, y sí se conducen automóviles de una forma poco correcta y con poco respeto y a veces poniendo en peligro la vida de los demás, estamos en peligro todos. Según el artículo 380. 1 del Código Penal, se tipifica como delito de conducción temeraria, las conductas consistentes en la conducción de vehículos de motor o ciclomotores con temeridad manifiesta y con puesta en concreto peligrando la vida o la integridad de las personas. Esto conlleva penas de prisión para conductores temerarios, que ponen su vida y la de los demás en peligro. Una conducción temeraria también puede conllevar penas de prisión, concretamente cuando se conduce un vehículo a motor de forma arriesgada o peligrosa de manera evidente, provocando "Un riesgo o peligro grave, real, específico y efectivo para la vida o la integridad de terceras personas".

Según dicta el artículo 380 del Código Penal. Tenemos que tener en cuenta, que en estos casos se pueden sufrir, de acuerdo al Código Penal, penas de prisión de 6 meses a 2 años, y la privación del derecho a conducir vehículos a motor durante un periodo de tiempo que oscila de 1 a 6 años. Para que esto nunca pasé, lo mejor, es conducir de forma tranquila, respetando a los demás usuarios de la vía.

(*) Delegado en Castilla-León de ProVial España.