Decía el Nobel de física por sus estudios sobre la estructura del átomo y la radiación Niels Bohr, que "hacer predicciones es muy difícil, especialmente cuando se trata del futuro". Bohr se dedicó a la ciencia construyendo los cimientos de la mecánica cuántica, el paradigma vigente para tratar de explicar los elementos básicos del mundo físico. Su frase, sin embargo, no hubiera sido menos acertada de haberse dedicado a estudiar y opinar sobre política o sociología.

En esa situación nos vemos a solo una semana de unas elecciones generales sorprendentemente abiertas para estar tan cercanas a las anteriores. En el PSOE sudan y dudan ahora sobre el acierto de querer llegar a toda costa a una repetición que sus estrategas esperaban que los catapultara a gobernar en solitario. En Podemos respiran aliviados viendo cómo recuperan el pulso después de un momento en el que parecía que podrían pagar todos los platos rotos del "affair" Sánchez-Iglesias y una vez comprobado que con el "proyecto Errejón" la montaña parió un ratón.

En el centro derecha el PP iba lanzado al alza hasta que, una vez más, cuando poco tenían que perder y mucho que ganar, decidieron frenar cambios y recuperar las anclas rajoyistas que previamente los llevaron al desastre. Resultado, donde avizoraban superar los cien escaños, empiezan a ver infranqueable el muro de los noventa. En Ciudadanos se soñaron Ícaro. En lugar de reforzar sus alas y ser conscientes de para qué habían surgido y por qué los votantes les habían dado su apoyo, despegaron los pies del suelo y ahora tratan de que el calor no los derrita. Probablemente se mantendrán en un resultado mejor del que los pronósticos anuncian pero nada volverá a ser lo mismo. En cuanto a Vox, fijaron una base electoral que pocas razones tiene para bajar, fruto de los errores y medias tintas de los demás.

En Zamora lo lógico sería que el PP, que dejó de ser por primera vez el más votado en favor del PSOE y perdió el segundo diputado y el tercer senador, recuperara su posición previa. Pero en conjunto la candidatura actual no es mejor. Ninguna incorporación que impulse la recuperación y una lista al Senado que lastra cualquier aspiración de sumar y no restar al empuje nacional -otro físico, Einstein, decía que no apliques las mismas fórmulas si quieres resultados distintos-. Podría recuperar el diputado si la caída de Cs le favoreciera pero también puede ser que éstos lo mantengan o que vaya al PSOE si sigue siendo la fuerza más votada.

Queda otra opción, que la sorpresa la dé Vox. Nadie cuenta con ello pero en votos no quedó tan lejos en abril, menos de cinco mil de distancia; le favorecerían el castigo al PP provincial -tal vez así tomarían nota- y dos decisiones: presentar un solo candidato al Senado para captar votos disconformes de otras opciones y centrar la campaña solo en sus líderes nacionales ante el vacío provincial. Recordando a Bohr, será más fácil acertar en las predicciones el día 11. Salud y acierto, amigos. De Zamora, ya saben, nada...

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