Los acontecimientos que hemos vivido durante estas últimas semanas culminan lo que se inició en el año 2007 a instancias del entonces Gobierno socialista, con la ley llamada de la Memoria Histórica y que debió llamarse de Victimas de la Guerra Civil y el Franquismo. El Gobierno de Pedro Sánchez ha dado un paso más y resolvió, nada más y nada menos, que la exhumación de Franco y su traslado a un cementerio normal, por lo que sin duda pasará a la historia, por la determinación, que ha permitido culminar una victoria de la democracia.

Este acuerdo de exhumación y traslado se hizo con todos los partidos políticos representados en el Congreso de los Diputados, salvo la abstención de Unión del Pueblo Navarro, el Foro Asturiano, Ciudadanos y el Partido Popular. Es decir no tuvo ningún voto en contra.

La exhumación y traslado ha sido ejecutado dentro de en una llamativa soledad y normalidad; en todo caso es un reflejo de como la figura de Franco ha quedado reducida a la mínima expresión respecto a lo que hoy es España. Ha significado un punto de inflexión histórico en el consenso nacional de nuestro país, y que pone fin a la glorificación de la dictadura de sus gobiernos y de un dictador que aplastó la democracia con el "Holocausto español" como lo denominó el historiador Paul Preston.

Por otro lado la exhumación es un acto de dignidad y justicia, ya que los restos del dictador no podían estar junto a sus víctimas, a pesar del empeño y los obstáculos de las diversas organizaciones franquistas y los propios familiares. Por lo tanto ha sido una actuación histórica

Hay que poner en valor que los tres poderes del Estado, es decir el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial se han pronunciado a favor de la exhumación, dando así la máxima importancia y trascendencia. También porque significa cerrar heridas que aún están abiertas y parece necesario se vayan cerrando; sobre todo ahora que afloran nuevos partidos y organizaciones ancladas en ese triste pasado.

Estoy de acuerdo con quienes piensan que el Valle de los Caídos - que es un cementerio civil- una vez que se ha producido la exhumación del dictador, hay que dignificarlo como un lugar que honre y recuerde a las víctimas de la Guerra Civil y del franquismo. También que valga para explicar a las nuevas generaciones su significado en el contexto del nacionalcatolicismo y la dictadura. Asimismo deberá servir como una muy importante lección y con un componente educativo, sobre todo para los más jóvenes.

Lógicamente hay que atender las peticiones de exhumación, por parte de los familiares de las víctimas, que deseen trasladar los cadáveres para que, si lo desean les puedan dar digna sepultura. De manera que el Valle deje de ser de los Caídos, para volver a ser Cuelgamuros.

De la misma manera sigue siendo urgente la exhumación de los muertos asesinados que aún están en algunas cunetas y fosas comunes para poderlos entregar a sus familiares,y si lo desean, que les den una sepultura digna.