Son ricos, riquísimos, son 'indepes', independentísimos, tienen una cara que se la pisan y una desfachatez a prueba de críticas. Son tres de los barcelonistas más conocidos y con más mala leche. Los voy a situar de menor a mayor mala leche: Xavi Hernández, Gerardo Piqué y Pepe Guardiola. Tres indepes consagrados para quienes la condena a los dirigentes independentistas no ha pasado desapercibida. Ellos son más catalanes que Torra y Puigdemont, a pesar de que en el caso de Guardiola y Hernández, de clarísimo apellido catalán, un día decidieron vivir fuera de su tierra. Se fueron en busca de nuevos horizontes económicos a Reino Unido y Qatar.

Tanto como el ex entrenador del Barça critica al "estado represor español" contando mentiras en inglés y catalán a todos cuantos quieren oírle, sin embargo no dudó ni un instante, por un cuantioso puñado de dólares, en ejercer de embajador honorario del reino catarí, en su campaña para conseguir la celebración del mundial de fútbol. Como si Qatar, donde se conculcan todos los derechos humanos, la libertad de expresión no existe y las mujeres son ninguneadas cuando no maltratadas por el hecho de ser mujeres, fuera una democracia consolidada. La más antigua del mundo. No hacen otra cosa que echar en cara al rey Juan Carlos su amistad con los dirigentes de estos países árabes, pero ellos no dudan en venderse a tan generoso postor.

Llegan, graban un vídeo hablando de las bondades de un país donde el calor extremo impide cualquier ejercicio, cuanto más el fútbol, trincan la pasta y se vuelven para la denostada Europa. Menos Xavi Hernández, que vive y trabaja en el sultanato, como vip entre los vips. Para el ex barcelonista, Qatar es un paraíso maravilloso, como todos los paraísos. No le ha importado morder la manzana del árbol de la dictadura más férrea con tal de que su cuenta corriente siga sumando ceros. Así son estos chicos que de críos ya no tienen nada. Guardiola suma ya 48 tacos. De tonto no tiene un pelo. Le falta objetividad y le sobra soberbia solapada en esa aparente tranquilidad con la que nos insulta a los españoles sin cortarse un pelo. Lo del pelo va con segundas.

Después de que independentistas se hayan manifestado en la Puerta del Sol de Madrid, que no es precisamente su feudo y después de que la subdelegación del Gobierno en Zamora haya amanecido con pintadas indepes, cabe pensar que está gente está por todas partes. Estos son los que hacen el trabajo sucio. Piqué, Hernández y Guardiola, por no cambiar de ejemplares, son los que vociferan a buen precio sin mancharse las manos de espray o de gasolina. No entiendo por qué el edificio de la Subdelegación del Gobierno no está vigilado las 24 horas. Más cámaras en la calle permitirían conocer la identidad de algunos indeseables como se esconden en el anonimato, en el pasamontañas o en el pseudónimo. No tienen cullóns para dar la cara y poner su nombre.

Volviendo a Pepe, no ha perdido la oportunidad de mostrar su desacuerdo con las flojas penas impuestas a los procesados, hablando de "un ataque directo a los derechos humanos, el derecho de reunión y manifestación. España vive una deriva autoritaria bajo la cual se utiliza la ley antiterrorista para criminalizar la disidencia e incluso para perseguir artistas por ejercer la libertad de expresión" digo yo si estaría pensando en Qatar cuando realizó esas manifestaciones con esa cara de limón que pone cada vez que habla de España. Lo de éste, el otro y el de más allá, no es otra cosa que odio a España y a los españoles como ellos, a pesar del RH catalán. Curiosamente uno y los otros dos mantienen exitosos negocios en esta España a la que tanto odian. Mientras den dinero...