Hombre, si me quedo tan sólo en el nombramiento de Estrella Torrecilla Crespo, como directora general de Turismo de la Junta de Castilla y León, hago el más espantoso de los ridículos porque desde el 22 de agosto, fecha en la que fue designada para el cargo, ejerce sus funciones como tal y además lo está haciendo francamente bien. Sin ruidos, sin estridencias, trabajando a conciencia, como es Estrella. Sí puedo decir que ha sido uno de los nombramientos más celebrados. No ha disgustado a nadie. Estrella concita en torno a su persona el consenso, el beneplácito, el aplauso de todos.

Tenemos una directora general de Turismo zamorana y no sé por qué me da que todavía hay quienes no se han enterado de tan feliz coyuntura. Lo digo más que nada porque Zamora es ciudad y provincia turística, por lo menos se presume de ello, y sin embargo no se le ha pedido nada al respecto a la flamante directora general, por lo menos cuando esto escribo. Los zamoranos, especialmente los alcaldes de la ciudad y de la provincia, deberían cargarse de iniciativas y pedir la colaboración de la dirección general, para sacarlas adelante.

Quién está al loro y no deja pasar una, es José Fernández Blanco, alcalde de Puebla de Sanabria desde 1991, maestro de profesión y político de condición. Pepe conoce sobradamente su pueblo y toda la comarca sanabresa. Es tierra turística donde las haya, tanto en verano como en invierno, porque en invierno, a pesar del frío extremo, Sanabria y Puebla, también tiene su encanto. Da gusto llegar en día festivo o en fin de semana, y ver el comercio abierto y los hoteles, casas rurales y restaurantes a tope. Algo tiene de especial Sanabria cuando los turistas la bendicen con sus preferencias.

Que yo sepa, Pepe es el único alcalde zamorano que se ha reunido con Estrella Torrecilla, entiendo que para hablar del turismo en la zona, para presentarle alguna que otra iniciativa y solicitar el necesario respaldo de la dirección general. Me descubro ante Pepe y no sólo por el afecto que le profeso, que es mucho, me descubro ante Pepe por los reflejos que ha tenido, al darse cuenta del potencial que supone para el turismo de Sanabria tener a una zamorana en un cargo de relevancia como el de Estrella.

Porque, no nos engañemos, los altos y medios cargos, cuando ejercen, tiran para sus respectivos lugares de origen. No digo que no atiendan los demás, pero los suyos tienen cierta preferencia. Cabe esperar que Estrella, zamorana de pura cepa, haga lo propio, sobre todo cuando las propuestas sean de interés, cuando merezcan la pena, cuando sean justas y necesarias. Zamora es siempre la gran olvidada de la Junta de Castilla y León. Aquí vienen para llevarse aplausos y quitarnos todo lo que pueden. Nunca vienen a darnos buenas noticias y a traernos alegrías. De ahí que cualquier asunto relacionado con el turismo del que tanto blasonamos, bienvenido sea.

Lo que no entiendo es cómo el resto de alcaldes de municipios con potencial turístico no hayan hecho lo que ya ha hecho Pepe Fernández Blanco, alcalde de Puebla, solicitar una entrevista, reunirse con la directora y a partir de ahí, proyectar y conseguir, sobre todo esto último, todo lo necesario para lanzar esta provincia al lugar que le corresponde en el mapa turístico. El nombramiento de Estrella Torrecilla no debe quedarse tan sólo, que también, en una buena noticia, por ser zamorana y por ser una mujer íntegra, eficiente, eficaz y honesta, sin otros colores que no sean los de la seña bermeja. El nombramiento de Estrella Torrecilla, como ha intuido el alcalde de Puebla, pasa por su apoyo y contribución al turismo en Zamora. Hay mucho que mostrar y mucho que disfrutar. Hay que saberlo vender y hay que llamar diariamente al despacho de la directora general comprometiéndola a seguir luchando por Zamora desde su puesto.