Se agradece el estilo franco y directo de la nueva presidenta del Fondo Monetario Internacional, la búlgara Kristalina Georgieva. Advierte del grave peligro de una guerra comercial y dice que el 90% de los países del mundo crecerá este año menos que en 2018. Pero la cuestión está en si esa guerra afectará a la economía USA, y parece que no. Mientras eso no ocurra, la guerra seguirá, de acuerdo con el lema trumpiano "América primero", y todos seremos un poco más pobres para que USA sea un poco más rica. A su vez la "doctrina" (por llamarla de algún modo) Trump no es otra cosa que la versión americana del "sálvese quien pueda", que paso a paso se va instalando como "ética" económica dominante en el mundo (el "Brexit" es también eso), y previsiblemente se intensificará conforme lo haga el cambio climático, que es el telón de fondo de todo y casi nadie se atreve a tomar en serio.