La de cosas que se dicen, rumorean y comentan a raíz de hacerse públicas las listas del Partido Popular al Congreso y al Senado. Todo son comentarios, ciertamente negativos, todo son habladurías, algunas con cierto sentido. Con respecto a Maíllo cuya permanencia parecía el cuento de la Parrala, dicen los que de esto saben un poco, que Mariano Rajoy llamó o se reunió con Pablo Casado para tratar un punto concreto en el orden del día: 'salvar al soldado Maíllo'. Y lo han salvado. El último pétalo de todas las margaritas que se deshojaban sobre el otrora presidente del PP zamorano daban siempre un más que claro 'No'. Hete aquí que la política no es una ciencia exacta, la política es, según el abuelo de mi amigo Colino: "Política, arte ramplón que se aprende mal y pronto y que en la Hispana nación es constante ocupación de algún listo,... y mucho tonto".

En la Cámara Alta también han colocado como compañeros a Barrios y Martín Pozo. Dicen que son producto de un trueque, los colocan en listas con tal de que renuncien a sus respectivos cargos orgánicos para así tratar de enderezar al partido en Zamora. De ser cierto, como no lo hayan dejado por escrito y ante notario, van dados. Estos dos no renuncian a nada. Lo quieren todo. Y aunque, aparentemente, el partido lo tenga atado y bien atado, por todos es conocida la condición volátil de esa atadura. Ha decepcionado, y mucho, el resultado final. Los votantes del PP esperaban un cambio que no se ha producido. El PP ha sucumbido a las presiones, al miedo que siempre les acompleja, y al qué dirán. En esto último han hecho un pleno al quince. Están diciendo, ¡y bien! Alguna tiene que sentirse muy contenta porque, por fin, y si ponen suficientes crucecitas en su candidatura, que esa es otra, tendrá reservada silla de senadora en los medianos y grandes eventos sociales y políticos de Zamora. Será la forma de que deje ese mohín de mala leche que la acompaña en los últimos tiempos.

Las habladurías no cesan desde el pasado lunes. Se habla y mucho de Morales del Vino, el que fuera feudo de Barrios y de donde han salido Clara San Damián, Leticia García Sánchez y ahora, por arte de 'birli birloque', una tal Ana Mulas a la que no se conoce otro logro que haber crecido a la sombra de Barrios. Ni un solo mérito político en su haber. Pero, ahí la tiene usted, lo mismo se produce un movimiento del tipo que sea en el Congreso y le toca la Lotería. Porque esta gente no va a servir a Zamora ni a los intereses de los zamoranos. Esta gente va a servirse del cargo para dos cosas: estatus y pensión vitalicia. Algunos ni se estrenan. Ni una pregunta. Ni un recuerdo a Zamora. Nada. Van y vienen, se hacen las longuis y a ocupar 'sitial' destacado en los eventos, que es lo que en realidad quieren.

Ser amiga de Barrios tiene su aquel. Las coloca a todas. Y todas de la misma procedencia: Morales del Vino ¿Qué tiene Morales del Vino que no tengan Madridanos o Corrales? Por cierto, dos localidades gobernadas por el Partido Popular que cuentan con dos extraordinarios alcaldes, Ángel Sánchez y Mario Castaño Tejedor. En el PP de Zamora no vale con ser buena gente, ni siquiera con ser ganador, ni trabajador, ni leal, ni fiel. Todo eso cotiza a la baja entre los que parten y reparten. En el PP de Zamora lo importante es ser perdedor y otras muchas cosas que dejo a la imaginación del lector.

Hombre, no todo han sido reacciones contrarias. Los únicos que han salido bien librados, Elvira Velasco y Feliciano Fernández que no concita rechazo alguno y al que la gente recuerda con afecto. Yo me detengo aquí pero que conste, las habladurías continúan.