A ningún político a izquierda y derecha, se le ha ocurrido nunca jamás hacer de Zamora y su provincia un campo de pruebas para la creación de tejido industrial, para atraer turismo, para mejorar sus infraestructuras de todo tipo, para fijar población, en fin, para una serie de cuestiones que harían de Zamora la primera provincia de Castilla y León, en pruebas. Esas cosas no se le ocurren a algunos de los políticos que nos gobiernan y que lo mejor que podrían hacer es irse para su casa. Desde que ha llegado al Gobierno de la Junta una tal Verónica Casado, consejera de Sanidad y militante de Ciudadanos, ha tenido a Zamora en el punto de mira. Al principio me creí que para bien. Qué suerte, alguien que se interesa por nuestra tierra. ¡Ilusa!

La señora Casado se ha tomado Zamora como un laboratorio para experimentar ideas, algunas de lo más peregrinas. Zamora convertida en campo de pruebas en el que experimentar lo que en otras provincias les costaría un serio varapalo social. Nosotros somos tan poco reivindicativos que enseguida nos cogen la sobaquera. La consejera en cuestión y su equipo se han sacado de la manga un Plan de Ordenación Sanitaria que se empezará a aplicar en Zamora. Y para mal. No se le ha ocurrido nada mejor que elegir Aliste como "campo de pruebas" para un nuevo modelo de ordenación sanitaria consistente en quitar el médico de la mayoría de consultorios rurales. Señora mía, ¡váyase a freír espárragos a su tierra y déjenos en paz a los zamoranos!

Aquí nadie viene a poner. Aquí todo el mundo viene a quitar. Y, a ser posible, incluso a llevarse como nos han llevado ya la santa paciencia que nos acreditaba, hasta ahora. Me pongo al lado de todos los alistanos y les pido que no se callen, que no nos callemos, que demos la batalla, que no nos amilanen. No podemos dejar pasar ni una más. Los experimentos que los hagan en sus casas y que dejen en paz la nuestra. No se acuerdan de nosotros más que para jodernos, con perdón, la vida, el futuro y todo lo que de bueno pudiera estar por llegar. ¿Cómo no se van a vaciar nuestros pueblos? Los que se quedan son unos héroes que están escribiendo una épica que pasará a la historia. Nos piden tantos sacrificios, mientras ellos van a gusto en la burra del cargo, que acabaremos todos en el santoral.

No se puede consentir, no se puede permitir que porque a una señora y adláteres les convenga, se quiten de en medio unas cuantas consultas médicas a las que habría que dotar de personal y de todo lo necesario para su función. Ya verían como se acababa el paro entre los sanitarios y las cifras escandalosas en las que se mueve España bajarían notablemente. Están amortizando puestos tras las jubilaciones hasta que dejen a Zamora y su provincia convertida en un baldío. Hay que escarmentar de una puñetera vez a estos políticos de nuevo cuño que llegan, no para trabajar, no para crear, si no para destruir lo poco bueno que hay. Si hay que plantarse ante la Consejería e iniciar una sonora cacerolada, yo me apunto la primera. Como la Casado siga así, hará bueno al inútil de Sáez Aguado. Más vale que se preocupe porque a los médicos les den comida en condiciones y no sacada de los contenedores o eso parece a simple vista, y se deje de experimentar.

Quieren de una tacada cargarse lo poco que tienen algunas de las localidades que militan en la España vaciada, precisamente a causa de las políticas llevadas a cabo por gente como Verónica Casado que ha llegado de nuevas sin tener ni repajolera idea. Parece mentira que sea médico de atención primaria. Como médico no sé, primaria es muy primaria.