Que todos los problemas, que todos los males se acaben con la caída del gigante de la turoperación. Hemos estado ciegos a una realidad que se veía venir desde el momento en que Thomas Cook, sufrió, como tantos, durante la crisis financiera mundial, con altibajos, con muchas fases diferentes en su trayectoria, incluso transformando el negocio para adaptarlo a la evolución del sector y de los clientes. Estaba tocado de muerte, pero aguantaba estoicamente haciendo invisible la realidad. Quizá por eso ha sorprendido más la debacle de la que, entre otros factores, también tiene la culpa el fuerte endeudamiento que ha terminado por ser un lastre.

Es verdad que, de alguna manera, la caída del gigante nos afecta porque los principales destinos con los que operaba en España, son los dos archipiélagos, Canarias y Baleares, creo que por ese orden. La debacle española se cifra en unos doscientos millones de euros. Algo de pupa hará al sector. Una pena. Y eso que a pesar de haber entrado en liquidación, de enfrentarse a un complicado proceso, todavía podrían salvarse algunas piezas del negocio.

El otro gran fiasco, de menor proporción pero igualmente penoso y que, en este caso afecta directamente a Zamora, es el de Marionnaud Perfumerías. Los jerifaltes han decidido salir de España y Portugal. Argumentan, pobre argumento, que tienen una presencia relativamente pequeña en tan amplia población. ¡Pero bueno! ¡Auméntenla! Háganlo inaugurando más tiendas, creando más puestos de trabajo, siendo más competitivos y déjense de cerrar, de abocar a la gente a la desesperación. Todo lo que la empresa hace y dice suena a mentira. Deciden "salir de Iberia para centrarse en otros mercados clave". Ahora España, gran consumidora de cosmética y perfumes, ya no es clave. No se lo creen ni ellos.

Esta gente opera también en Austria, Francia, Italia, Suiza, República Checa, Hungría, Rumanía y Eslovaquia. Seguro que en estos últimos países de 'amplísima población', no tienen una presencia tan pequeña como en España. Estamos hablando de 46 tiendas y otras siete en Portugal que se irán clausurando hasta finales de enero de 2020. Qué quiere que le diga. A mí lo de Marionnaud me duele porque hay dos tiendas en Zamora. Porque, sólo la tienda de Santa Clara tiene una facturación que para sí quisieran muchos establecimientos. Y porque además, cuenta con unas personas maravillosas, buenas profesionales, muy bien preparadas que, después de 20 años las que más y catorce o quince las que menos, se verán abocadas a un paro indeseado. Y eso a pesar de su experiencia, de sus conocimientos de la cosmética y la perfumería.

Otros dos locales más que pondrán el consabido 'Se alquila' o puede que 'Se vende'. Y, hala, a buscar nuevos horizontes, no sé dónde, porque Zamora no da más de sí. Si las cosas funcionaran de otra manera en esta España nuestra, a lo mejor, con tiempo se podría haber negociado con el grupo Marionnaud. Se le podría haber animado a tener una mayor presencia en España, incentivos fiscales, yo qué sé, lo que fuera menester antes de dejar escapar a otra empresa que se va para no volver. Y es una pena, porque digan lo que digan los altos directivos de la cadena, con la red que Marionnaud despliega en España, en estos momentos se sitúa en el Top 20 de operadores en el mercado nacional, por número de tiendas.

Nunca nos enteraremos, aunque lo intuimos, de la verdad que esconde esta precipitada decisión, que ha pillado a todos los trabajadores de las tiendas Marionnaud por sorpresa. Una desagradable sorpresa.