Se cumplen los 100 primeros días del segundo mandato de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Zamora.

Según reza un dicho popular "las segundas partes nunca fueron buenas", si aplicamos esto a la política municipal tenemos que decir que es bastante acertado o, al menos es lo que estamos comprobando como espectadores y en versión extendida, debido a la mayoría absoluta de la que goza esta vez el equipo de Guarido.

En estos primeros meses de mandato, el alcalde no solo ha comenzado a aplicar la política del rodillo, imponiendo sus propias normas, ya que no le son necesarios los votos de la oposición para sacar adelante sus proyectos, sino que ni tan siquiera tiene en cuenta las aportaciones que le hacemos llegar día tras día.

Esta política de la nueva 'era Guarido' va en la línea de la subida de impuestos en forma de tasas o tributos, la falta de transparencia y, lo que es peor, no se revierte en unos servicios municipales de calidad; recordemos que más de la mitad de los contratos del Ayuntamiento continúan caducados en detrimento de los ciudadanos de a pie. Para que me entiendan mejor, si en cada pleno municipal se aprueba la subida de un impuesto o aparece una nueva tasa, unido al buen estado en el que se encuentra la cuenta del Ayuntamiento, esto lo debería notar el ciudadano en la calle en forma de servicios de calidad, y no es así.

En cuanto a la falta de transparencia lo estamos notando en el día a día, a los concejales de la oposición se nos impide acceder a la información amparándose en la ley continuamente. Cuando el señor Guarido y algunos de sus concejales estaban en la oposición, el que se le impidiera acceder a la información era su crítica diaria, pero vemos que ahora cuando ellos son los actores principales y además con mayoría, han cambiado su manera de actuar.

La ley es la que es, de eso no hay duda, pero eso no impide en un acto democrático, facilitarnos la información que le solicitamos para realizar nuestra labor como representantes de una parte de la ciudadanía. Por otro lado, denunciamos la ineficacia en la gestión municipal.

Todos estamos observando atónitos, como numerosas obras municipales se paralizan una vez iniciadas, tal es el caso de la obra del Banco de España, el Teatro Principal, las obras de asfaltado que se iniciaron este verano, entre otras. Esto es debido en buena parte a que las empresas quiebran en un momento concreto o se realizan bajas temerarias.

El Ayuntamiento debe ser garante de la solvencia y del buen funcionamiento de estas empresas para evitar estas situaciones desagradables e incómodas. Por último, recordar que el equipo de Gobierno saca pecho continuamente con los planes de macroasfaltados en la ciudad, esto debería estar normalizado, no es un acto para ponerse una medalla, sino un conjunto de actuaciones rutinarias que merece la ciudad cuando sea necesario, al igual que la reparación de las aceras de Cardenal Cisneros, una obligación que le correspondía al Gobierno de España por ser el titular de esa vía, y no al Ayuntamiento.

Los zamoranos son los que soportaran únicamente este desembolso y además esta actuación creará un precedente. y no estamos los ciudadanos dispuestos a pagar obras que no nos corresponden. 100 días de mandato Guarido, de los días que le restan no haremos spoiler, pero avanzamos que nos esperan muchas sorpresas, nos tememos que no todas agradables.

(*) Concejal y Portavoz del Grupo Municipal de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Zamora