¿Dónde está el señor Robinson?

Él formaba parte del río. Siempre estaba en su isla.

En cuanto llegaba el buen tiempo, se instalaba con sus pertenencias, dispuesto a pasar el verano.

Su perrillo lo acompañaba.

¡Qué bueno verlos en su isla! Todo parecía perfecto... Su vida iba en consonancia con el río: tranquilidad, paz, silencio y mucha felicidad.

Porque el señor Robinson era feliz. "Todas las voces de la creación están en el río" decía Siddharta.Y él las oía todas.

¿Dónde estás señor Robinson?

De repente has desaparecido.

Tu isla está abandonada, no está tu caseto, tus enseres, tus colgaduras de los árboles, tu sencillo mobiliario....y tu perrillo.

Las malas hierbas la invaden, los puentes y pasadizos, este año no te ha dado tiempo a reconstruirlos.

¿Dónde estás señor Robinson?

La isla esta triste, no se oye el ladrillo del perrillo, los patos, las ocas y las del moñete...Que iban tan alegres a visitarte, se acercan en silencio y se van alicaídas.

¡Te echan de menos señor Robinson!

¡Todos te echamos de menos señor Robinson!

El río, tu río, pasa despacio en silencio esperando que vuelvas a sentarte en tu atalaya, observando y escuchando.

"El río te enseña a escuchar con el corazón tranquilo y el alma serena", decía el príncipe Siddhartha, que nunca había sido tan feliz como en su rio.

Tú también eras feliz. No había más que verte.

¿Por qué te has ido? ¿Has encontrado otro lugar mejor?