Me he desayunado esta mañana un cuarto de piña tropical, un buen tazón de leche con descafeinado de cafetera, una tostada con aceite de oliva virgen de Valderrama y una loncha de jamón serrano y dos huevos como dos castillos que me han sabido a gloria bendita. Los huevos fritos son un manjar. Los mismísimos dioses del Olimpo, los reyes que habitan la tierra, tienen a los huevos, que admiten mil formas distintas de preparado, como una exquisitez. Y qué me dice de lo socorridos que son. Incluso en Zamora tenemos nuestro plato de huevos universal cual es 'Dos y Pingada'. Aquellos que no sean zamoranos y que quieran saber de qué va este plato, que vengan a Zamora por Semana Santa y se queden hasta el domingo de Resurrección.

Cuán agradecidos debemos estar a las gallinas, esos queridos animalitos del Planeta Azul que están ricas per se, en un buen cocido y que además nos dejan el único alimento que sale por el culo, el culillo de las gallinas, que está de lujo: los huevos. Por huevos que no quede. Las gallinas ponedoras debieran ser declaradas patrimonio universal. Tanto las que viven en granjas destinadas a la venta, como las que se crían con todo mimo en corrales privados que ponen los mejores huevos. Me regaló un amigo hace unos días una docena, después de probar uno y quedarme en éxtasis, no sabía si consumir los otros once o reservarlos como un preciado tesoro, ¡Qué yema! ¡Qué lujo! ¡Cómo me gustan los huevos! Sobre todo fritos, pero también rellenos, en tortilla, en ensalada, en fin...

Y digo lo que digo a raíz del vídeo publicado en la cuenta del Santuario Animal Almas Veganas para denunciar la "esclavitud de los huevos y de las gallinas" y defender que los gallos sean separados de las gallinas por los continuos casos de violación por parte de los susodichos que se producen en los gallineros. ¡Cáspita! Pero si es lo más natural. Pero si desde que el mundo es mundo, las gallinas y los gallos se unen para traer al mundo pollitos que son también un manjar delicioso tal cual lo elabora mi buena madre. ¿Dónde diantre ven estas señoras el acoso y la violación? Coñe, están sacando las cosas de quicio. ¡Dónde vamos a ir a parar! Ojiplática estoy desde que me he enterado que estas señoras afirman que "los huevos son de las gallinas" ¡Vaya descubrimiento! El vídeo en cuestión está plagado de delirantes argumentos contra la violación de las gallinas y el robo de huevos a sus legítimas dueñas. Me quedo sin palabras. Es mejor dejar que se pudran en el nidal.

A este paso, ni pececitos del mar, ni animalitos de la tierra y, ¡ojo!, tampoco hierbecitas de esas que tanto gustan al veganismo. Porque las hierbas también sufren ya se llamen, coles de Bruselas, grelos de Galicia, espinacas de Zamora o pimientos de La Rioja. Cómo es posible que se permita arrancar a la madre Tierra de su seno, calabazas para hacer cremas y postres, lechugas y tomates para ensaladas, o berzas para el potaje. Cortar hortalizas y verduras, ¡no!, hay que dejarlas crecer, como a los 'pezqueñines! ¡No puedo creer que haya personas que le hagan eso a una madre de la dimensión de la Tierra! Imperdonable.

Si es verdad que, según las veganas de marras, las gallinas sufren cuando las fecundan, eso debe ser aplicable al resto. Ahí lo dejo. Entonces, ni gallinas, ni seres humanos, ni ballenas, ni merluzas. Hay que alimentarse del aire. Pero, cuidado, que el aire lo contaminamos los humanos y lo mismo nos da una indigestión y los consabidos gases con sus pertinentes cólicos, que son una jodienda. Menos esperpénticas teorías y no criticar que la gente consuma lo que le venga en gana.