¿Es la confianza recíproca el factor que permite urdir alianzas políticas estables? Las relaciones adultas en el mundo del poder, al igual que en el de los contratos, no se rigen por criterios de confianza y empatía personal, sino por la seguridad razonable de que se cumplirá lo que se pacta. Es más, la actitud de desconfianza recíproca es la premisa de un buen pacto, como lo es de un buen contrato, pues obliga a prever todas las posibilidades de incumplimiento, y a tratar de dificultarlas al máximo. Creo que Sánchez e Iglesias, y sus respectivos partidos, tienen muchísimas razones para desconfiar uno del otro (entre otras la de disputarse una franja decisiva de electores, cuya oscilación les da o les quita tamaño), pero eso no es pretexto para no pactar. Caramba, con tantos corazoncitos y parejitas políticas por el medio vamos a terminar confundiendo la política con el amor.