La muerte, estos días, viaja en unos envases de plástico de carne mechada 'La Mechá'. Aunque esta carne, origen del brote de listeriosis que ya se ha cobrado una vida, se comercializa principalmente en Andalucía, hay que advertir que el producto estrella de la empresa sevillana Magrudis también ha sido vendida en Extremadura, Madrid, posiblemente Gerona, Castilla-La Mancha, Tenerife y también en Castilla y León. La muerte no estaba tan lejos como presumíamos tras las primeras informaciones. En principio, la Junta de Castilla y León ha activado el procedimiento de Gestión de la Red de Alerta Rápida Alimentaria tras comprobar que un establecimiento ubicado en la localidad segoviana de San Rafael ha recibido una redistribución de cuatro envíos de carne de la citada marca, de los cuales tres estaban contaminados con listeria. Estos envíos contaminados se habían elaborado con posterioridad al mes de mayo y su fecha de caducidad es de tres meses.

Si el personal se dejara de consumir ciertos envasados garantizarían mejor su salud. Se ha dado de lado a las carnicerías tradicionales, Zamora las tiene de primera, en favor de los productos envasados de supermercado y no saben el error tan grande que cometen quienes prefieren este tipo de producto. Somos lo que comemos. Y no nos alimentamos de forma adecuada. Este episodio da pie a vegetarianos, veganos y todos aquellos contrarios al consumo de carne, para arremeter contra tan rico producto animal. Retirar completamente la carne de la alimentación, no creo que sea lo más correcto ni lo mejor para la salud. No hay que pasarse, por supuesto, pero tampoco hay que quedarse corto.

Espero que la autoridad competente de la Junta castellano y leonesa permanezca alerta, no vaya a ser que se relajen y tengamos que lamentarlo como ya lo lamentan las familias de los intoxicados y de la anciana de 90 años fallecida en Sevilla. 114 persona afectadas es una cifra considerable que merece el estado de alerta alimentaria, cabe pedir que en toda España. Hoy los productos alimenticios viajan que es un placer e igual que se venden en Andalucía o Extremadura, puede ocurrir otro tanto en cualquier otra comunidad o ciudad española. Especialmente si los distribuye una determinada firma de implantación nacional.

En España ya hemos tenido demasiados disgustos de este tipo como para tomarnos el asunto a la ligera. No hay que recordar lo que el aceite de colza hizo con la salud de cientos de españoles. A todos los enemigos alimentarios de nuestra salud, hay que añadir este hasta ahora desconocido: listeriosis. Dicen que no hay peligro de contagio, pero vaya usted a saber. Esta enfermedad causada por la bacteria 'Listeria monocytogenes' suele aparecer de forma esporádica. Su interés epidemiológico radica en la posibilidad de transmisión vertical humana y de transmisión alimentaria. Que nadie crea que la listeriosis es nueva en plaza. El pasado 2018 se declararon 37 casos de listeriosis de los que nos hemos enterado ahora, ya que nada o apenas nada se dijo entonces. En lo que va de 2019, antes del consumo de la carne mechada envasada, se habían declarado 19 casos, de los que tampoco nos habíamos enterado. Ha tenido que ser de forma masiva para que la prensa se hiciera eco del desaguisado. Eso ha sido así porque se trató de casos aislados que no hicieron saltar las alarmas. Tampoco se sabe nada sobre si fueron a causa de alimentos en mal estado o caducados en los que anidaba la listeria.

Tenemos que prestar más atención a lo que comemos y no dejarnos engatusar ni por la oferta ni por lo más caro y fijarse sobre todo en la fecha de caducidad aquellos que prefieran ese tipo de alimentos.