Qué bien, qué a gustito se debe estar en 'Las Marismillas', el palacio presidencial en el coto Doñana, donde reside estos días de agosto la familia presidencial española y sus amigos, para que el horror que a causa del fuego se vive en Gran Canaria, no haya hecho salir de su sopor al presidente Sánchez. Gran Canaria se quema por los cuatro costados y sin embargo, Sánchez y los suyos han estado más pendientes del devenir del 'Open Arms', un buque bajo sospecha, que del sufrimiento del pueblo grancanario. Impresionante la ola de solidaridad de los habitantes de ese pedazo de las Afortunadas, donde no contaban con un desastre de la proporción del que está arrasando suelo y haciendas. Afortunadamente, no hay que lamentar víctimas.

Desafortunadamente los políticos españoles en general y los líderes de los grandes y pequeños partidos en particular no han estado a la altura, una vez más. Desde el minuto uno deberían haberse personado en la hermosa isla, aunque fuera para hacer bulto. Pedirles que se remanguen y ayuden en las tareas de extinción ya sería mucho. Esta gente de despacho y coche en la puerta no pisan el barro así como así.

Tan aficionado como es el presidente Sánchez a los aviones que incluso los utiliza para irse a comer un 'espeto' a la playa, sin embargo no ha tenido el detalle de acercarse a la isla, con botas de goma y la camisa remangada para ayudar. Y como Sánchez, los demás líderes políticos. Dicen que el ahora barbudo, Pablo Casado, se va a dejar caer por la isla y no en paracaídas. A ver a qué va si ya el fuego está más o menos controlado. De Rivera no se ha vuelto a saber nada. Se le supone con Malú por algún paraíso playero donde a lo mejor no llegan los periódico, no llegan las noticias. Pablo Iglesias con seguir buscando razones para su gobierno de coalición, ya tiene bastante.

El Gobierno ha dispuesto un barco de la Armada española para trasladar a los migrantes del 'Open', ¿a los habitantes de Gran Canaria quién los resarce, quién los ayuda?, tarde y mal, como siempre. Por cierto no he visto a un solo ecologista preocupado por lo que está ocurriendo con la flora de la isla, con el peligro que ha corrido y todavía corre la reserva de Inagua. No sé dónde se ha metido Greenpeace que no ha echado una mano, siendo tantos sus conocimientos sobre el medio ambiente, me temo que sean de boquilla. Tampoco se entiende muy bien la nula reacción del sector animalista, tan preocupado por la suerte que corren los toros de lidia y tan pasotas con la mala suerte de la fauna autóctona de la isla. Que tonta soy, claro, es que para eso siempre están los mismos, el Ejército español encarnado en la UME. Las Fuerzas Armadas españolas nunca fallan. Lo mismo sirven para rescatar o trasladar migrantes siempre a las órdenes de un Gobierno veleidoso, que para apagar fuegos aún en lugares donde apostatan de los uniformes y les ponen malas caras, que para ayudar a la población en el menester que sea, que en misiones de paz, salvando a mujeres y niños de la atrocidad de la guerra.

De eso, poco se dice, poco se cuenta en los medios. Se habla de la UME como de pasada, cuando gracias a ellos y a los que también se juegan la vida desde el cielo en helicópteros y aviones anfibios, conjuntamente con los bomberos, están haciendo frente al fuego. Los políticos se queman al sol, o en la hoguera de las vanidades, contoneándose por playas y chiringuitos, mientras la Guardia Civil investiga y los militares se queman y tragan humo. Y que no me venga el listo de turno diciendo aquello de 'para eso les pagan'. Más cobran los políticos por servir a España y cuando pinta en bastos, desaparecen.