El mes pasado asistimos al fin de un concurso televisivo archi conocido y omnipresente en decenas de medios de comunicación, revistas, periódicos y medios digitales. El concurso se llama Supervivientes, o podría llamarse Superpagados. En ésta última edición han llevado a las famosas islas desvirgadas de Honduras a 17 intrépidos y descarados concursantes, entre los que estaban Isabel Pantoja, Omar Montes, Colate, el repetitivo Carlos Lozano o la incontrolable Dakota, entre otros... Cada concursante tiene un currículum televisivo, un pasado imborrable en la pequeña pantalla, unos polemizando, otros conocidos por sus parejas o matrimonios, y otros por haber estado en todos los realities de éste país.

Cuando comenzó el concurso, España se pegó a la televisión, todo el mundo quería ver a la tonadillera más famosa del panorama musical pescando, durmiendo en la arena o llorando como una "María Magdalena" por su "Paquirrín". Quizás pocos sabían que la señora Pantoja iba a cobrar la friolera cantidad de 80.000 euros semanales, teniendo en cuenta que ha permanecido en el concurso un total de 10 semanas... la cifra ascendió a 800.000. Sí amigos lectores, Isabel Pantoja ha ganado casi 1 millón de euros por estar 2 meses y medio de vacaciones televisadas, bañándose en aguas cristalinas y templadas, con arena fina y suave, respirando brisa marina y... comiendo cocos, sandías y frutas tropicales. ¿Han pasado hambre? Dejadme dudarlo. Cuando los concursantes se trasladan a Honduras, detrás de ellos va un equipo de élite de 200 personas, entre los que destacan: Ejecutivos, fotógrafos de revistas, cocineros, médicos, cámaras, psicólogos, fisioterapeutas o maquetadores que preparan un sin fin de pruebas lúdicas. No parece que hayan estado tan solos y desamparados como nos han querido vender.

Mientras los concursantes hacen el papel de su vida y cobran semanalmente cifras astronómicas, en Madrid, en el plató de Telecinco, se realizan 3 galas semanales con un presentador diferente, dónde se comentan todas las hazañas diarias de los supervivientes, faltándose el respeto, gritando, haciendo "leña del árbol caído" hablando de sus propios familiares y lo que es peor, ganando dinero a costa de ver como insultan a uno de sus seres queridos. Un auténtico circo romano provocado por el Emperador Paolo Vasile, que desde su grada y sin dar la cara, observa el espectáculo con el único fin de entretener a su pueblo, o lo que es lo mismo, a la audiencia.

¿Y si rizo el rizo?; Desde el comienzo del concurso hasta su fin, existe un método de expulsión de concursantes. Primero es nominado por uno de los asistentes en la isla de Honduras, uno a uno van nominando a un compañero rigiéndose por parámetros personales, bien por afinidad o por competitividad. Una vez que hay un número específico de concursantes nominados, comienza a funcionar la máquina "tragaperras". Te lanzan un reclamo publicitario, un gancho: "Tú Decides Quién Se Salva!, a continuación te indican que tienes que llamar a un número de teléfono que comienza en 905... o enviar un SMS, debajo de ese reclamo, con una letra extra minúscula te informan que el precio de la llamada es de 2 ? el minuto y el precio del SMS es de 1,45 ?. ¿Dónde va éste dinero? A Telephone Publysing S.A. Me hago varias preguntas: ¿Quién salva o expulsa a los concursantes? ¿Es el emperador Paolo Vasile? ¿Pasan hambre de verdad o le dan comida por detrás? Cómo sucede en el 90% de los programas de televisión, la mayorías de los acontecimientos son producto del marketing, del atrezo, del postureo, del teatro... Una máquina de hacer audiencia, recaudar dinero y crear ilusionismo entre los espectadores, al más puro estilo de David Coperfield. Alguien en Roma dijo hace siglos "Al pueblo pan y circo", muchos siglos después el pueblo sigue igual y el circo más recrudecido, ya no hay leones, pero hay fieras humanas, ya no hay coliseo, pero hay platós.