Ustedes saben que la Ley de Murphy no es una ley científica aunque está basada en un principio empírico que trata de explicar los hechos acontecidos en todo tipo de ámbitos. "Si algo malo puede pasar, pasará". Fue popularizada por el escritor estadounidense, Arthur Bloch, en un libro que lleva el mismo título que el de esta columna.
Los españoles creen que lo peor que puede pasar en la situación política española actual es la repetición de unas elecciones generales. Pues aplíquenle la Ley de Murphy y verán cómo hacen "pleno". Los zascas, énfasis televisivos y otras chorradas similares que van contando por ahí los que mandan en los partidos políticos, los líderes son otra cosa, no parece que dejen lugar a dudas. Verán, el líder del PP sostiene con naturalidad que él y sus "cuates" se han reunido en torno a una hoguera de campamento y allí, a mano alzada, decidieron que el Partido Socialista que ha ganado las elecciones, que casi le duplica en escaños en el Congreso y tiene mayoría absoluta en el Senado, debe abstenerse para que sea su partido el que forme Gobierno, pues es la única forma que tienen de seguir con la fiestuqui de la "Gurtel" y los que no estamos invitados que no les molestemos. (Cayetana al aparato) acabo de darme una ducha fría. Usted da siempre la impresión de que acaba de salir de una ducha helada. De todas sus intervenciones que haga nunca podremos disfrutar de su sonrisa.
Otro destacado dirigente asiduo tertuliano por este partido, partido por la mitad se entiende, dice que a las comunidades autónomas les hace falta dinero y que es "culpa del Gobierno de Pedro Sánchez, que no se ha puesto a trabajar", no importa si es legal o ilegal el hacerlo mientras el Gobierno esté en funciones. Para un partido político, el único en Europa condenado por corrupción eso de las ilegalidades debe parecerle una minucia. ¡Eh, presidente, que necesitamos pasta!.
Mientras el reloj avanza hacia el día B, tenemos un partido político, Ciudadanos que está mandado por un líder irascible y completamente desorientado que desde hace tiempo ha perdido el control del lenguaje y se ha convertido en un personaje de la Rue del Percebe. Por decirlo suavemente, el presidente del Partido, Alberto Rivera, se ha aficionado a no decir la verdad y sustituirla por expresiones vulgares y echar la culpa de todo lo malo que va a suceder en el país si es elegido presidente del Gobierno el líder del partido que más votos ha conseguido en unas elecciones democráticas, algo que no le creen ni sus socios fundadores. El juez estrella, don José María Crespo, que había elegido para Consejero de Transparencia y Atención al Ciudadano de la Junta de CyL, tomó posesión del cargo el día 2 del presente mes y el día 5, tres días después, presentó su renuncia al cargo. Debe ser que Su Señoría se encuentra más a su placer juzgando a los delincuentes que le llegan al Juzgado que entre los consejeros del Presidente, señor Mañueco. Siga usted con esos métodos regenerando al PP y ya verá el final que tiene.
Si creen que cualquier golpe contra las oscuras fuerzas del populismo les va cambiar el rumbo es que no nos hemos parado a meditar de dónde las saca. Podemos no es un Partido político aunque sus estatutos sean homologables a los de los partidos tradicionales, es una organización que nace como fuerza opositora al sistema establecido. Nunca ha sido capaz de articular una posición negociadora debido a que hace exigencias tan estrafalarias que no merece ni siquiera el esfuerzo de escucharlas.
¿Nadie se ha parado a pensar que si ayudan a elegir un Gobierno nos estaremos ayudando también a nosotros mismos?.
(*) Portavoz del Grupo Socialista en el Ayuntamiento de Peñausende
