La cabra siempre tira al monte. En el Gorbea vasco pastan unas cuantas que cuando embisten lo hacen a conciencia. Lo que comenzó siendo una fiesta para los jóvenes que se libraban de hacer la mili y que ellos intitulaban como "Día del Inútil", con la irrupción de un movimiento impulsado por ETA en los años 70, derivó en una jornada contra el Ejército, la Guardia Civil y la Policía Nacional. Esa animadversión ancestral hacia las Fuerzas Armadas y los Cuerpos de Seguridad del Estado debería revisarlo la autoridad judicial por si hubiera o hubiese un delito de odio solapado. No es normal ni medio normal que al cabo de los años, esa gente siga teniendo en el punto de mira a los uniformados.

Esta "festa" cuenta además de con el beneplácito de la Alcaldía, gobernada por Bildu, con todo tipo de facilidades por parte de los ediles, desde la cesión del espacio hasta los materiales. Por eso no cuela cuando el PSOE, partido con historia donde los haya, se presta a gobernar con o gracias a Bildu, partido que nunca se conforma con las migajas. Ignoro si en Navarra hay papeles de por medio, pero hay compromisos que los no firmantes tendrán que cumplir, por mucho que María Chivite sitúe su gobierno de coalición en la "centralidad política", cuando Bildu está en el extremo más opuesto. Que el PSOE le cuente a la Policía Nacional, a la Guardia Civil y a los tres Ejércitos, que gobierna en coalición aquí y con la abstención allí de los que permanentemente organizan actos contra las tres instituciones, como un entrenamiento militar, a estas alturas, consistente en dar supuesta caza a los que visten uniforme. Estos son incapaces de olvidar aquellos años de terror. Los demás tampoco debemos hacerlo en vista de lo que hay.

Este "apasionante festival" contra el Ejército y las fuerzas de Seguridad del Estado español siempre se celebra justo al día siguiente de la conclusión de las fiestas patronales de Echarri Aranaz, que este año comenzaron con actos de homenaje y apoyo a los presos etarras de la localidad y sirve como entrante preparatorio del "Ospa Eguna" o "Día de la Huida" que se celebra contra la Guardia Civil en la cercana localidad de Alsasua el próximo 31 de agosto.

Estas cosas, según ellos enmarcadas en la libertad de expresión, tienen que ser bien recibidas por la sociedad española de todas las latitudes. Si a la sociedad española de todas latitudes se les ocurre celebrar un festival contra los gudaris vascos; contra quien a lo largo de su vida hizo honor constantemente a su apellido, un tal Sabino Arana, padre del nacionalismo vasco, quien acuñara frases legendarias como esta: "La mujer, pues, es vana, es superficial, es egoísta, tiene en sumo grado todas las debilidades propias de la naturaleza humana.: por eso fue ella la que primeramente cayó. Pero por eso precisamente de ser inferior en cabeza y corazón...", sin comentarios, o contra alguna de las tradiciones y costumbres de pueblo tan singular, nos llevaban directamente ante el tribunal de Estrasburgo.

Nosotros, por el contrario, tenemos que callar y aguantar, quien quiera callar y aguantar, claro. Pero, ya ve usted, cuando el Gorbea vasco se quema, llaman a la UME; cuando el Bidasoa, el Deva o el Urumea se desbordan, llaman de inmediato a la Guardia Civil. Y cuando la Ertzaina ya no da más de sí, tocan en la puerta de la Policía Nacional. Menos mal que cuando el buque escuela de la Armada Española, Juan Sebastián Elcano arribó al puerto de Guetxo, se contaron por miles los visitantes antes de que levara anclas. Claro que, a buen seguro, todos serían maketos como nos bautizara Arana a los que no tenemos sangre de su pureza.