Conscientes de la precariedad censal de Zamora, de ese vacío urbano y rural difícil de llenar, dos personas que llevan a Zamora en los adentros, han vuelto a la ciudad de forma temporal, lo que duran las vacaciones, dispuestos a llenarla de amor y de vida. Agustín Collazos, quien fuera durante tantos años el recordado y querido director del Hotel NH de Zamora, y su guapísima esposa, María González, han sido papás de una preciosa niña, Olivia Collazos González, que vino al mundo en Zamora el pasado miércoles, día 7, a las 21:20 horas. "Un momento mágico para mí a partir de ahora", nos recordaba Agustín a los amigos.

Agustín y María viven en Madrid. Agustín dirige en la capital de España el Hotel NH "Príncipe de Vergara". Sé, de buena tinta, que aunque salmantino, a Agustín le tira y mucho Zamora, porque aquí pasó algunos de sus mejores años profesionales y desde luego personales. Porque aquí conoció a la que es su mujer y madre de su hija Olivia. Aquí se casaron y aquí proyectaron muchas cosas. María es zamorana de pura cepa y siente muy a menudo la llamada de la tierra.

Qué bueno sería, dadas las circunstancias, que todas las parejas de zamoranos en edad de procrear, que viven en la diáspora, al hacerlo, volvieran a la patria chica, llenaran de nombres nuevos el censo, de cochecitos de bebé las calles y de todo lo que de bueno y bello tiene la llegada al mundo de un nuevo ser. Zamora, la urbana y la rural, necesitan niños. No podemos permitirnos que se cierren escuelas. Porque si se cierra una escuela, cierra un pueblo. Y no queremos más cartelitos con cierres y traspasos ni por jubilación.

Se me ocurre que podría hacerse algo desde las instituciones para incentivar este tipo de vuelta a casa, a punto de alcanzar la alta categoría de madre y padre, si quiera que para dar ánimo a los demás. Lo lamentable es que luego retornan al punto de partida y volveríamos a quedarnos más solos que la una. Aunque, tengo para mí que tirando como a todos nos tira Zamora, con un bebé, la vuelta a casa se hará con más asiduidad. Y si los de aquí se animan, esto puede empezar a crecer, además de con las ideas que aportan los que tienen ideas.

Y si hay que traer a familias enteras, tráiganse. Por favor, pero no al tuntún, si no con un plan bien diseñado. Las cosas hay que pensarlas bien y darles las vueltas de tuerca que sea menester. Si en lugar de ir por libre y cada uno a su bola, pudiéramos hacer las cosas hombro con hombro, mano a mano, mejor nos iría. No pueden ir las instituciones por un lado, los ciudadanos por otro y las asociaciones y colectivos cada uno por el suyo. Nada mejor que el consenso. Lo mejor de cada uno al servicio de la ciudad y de los ciudadanos, sin olvidar nunca al mundo rural tan necesario en el devenir de Zamora.

Los alcaldes del medio rural tienen la sartén por el mango y el mango también, Por que no van a ser buenas para Zamora las iniciativas que ya han tenido en otras localidades de esta comunidad y de otras comunidades autónomas. Menos casas vacías y desvencijadas, menos tierras en barbecho y más población con ganas de trabajar a la que hay que facilitarles las cosas en un primer momento para que no estén de paso, para que lleguen y se sientan tan a gusto que se queden para siempre. Y los nuestros que vuelvan porque Zamora ofrece oportunidades. Como han hecho Agustín y María. Aunque vuelvan a Madrid al final del verano, haber regresado para que Olivia naciera en la tierra de mamá, ha sido todo un detalle. ¡Felicidades y enhorabuena!