Este cocinero electoral, sociata, a veces acierta y a veces se equivoca. Y sobre todo desbarra cuando "condimenta". Hace pocos días publica los datos del barómetro CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas), realizado antes de la investidura fallida de Pésanchez. Recordamos que es la cuarta ocasión en la que no consigue ser presidente. Y ya es el colmo de la ineficacia política.

El sondeo refleja la nueva receta culinaria de Tezanos, que consiste precisamente, ahora, en "descocinar" otro CIS para ensalzar a Pésanchez con datos inexactos y ya pasados.

Debería, este listillo de las encuestas, gurú o chef, publicar ya los desánimos de unos y otros por los errores en las negociaciones y las continuos bloqueos para formar un gobierno de coalición. Pero no contento con esto se atreve a hacer declaraciones matizando más a su favor este "guiso electoral". O sea, que ahonda en que el PSOE sacará - si hay elecciones en noviembre- "la de dios" de votos, casi el 42%. Total que Pésanchez se "sale" y los demás partidos ni tendrán casi representación en el hemiciclo del Parlamento. Es de risa -y de escándalo- las sandeces que afirma Tezanos en el medio televisivo del socialismo, la SER. Además, esta vez interpreta referencias que no posee.

Algunos defensores suyos nos recuerdan que Tezanos en las anteriores elecciones "lo clavó" -con su CIS-. Y nos recriminan que muchos -de derecha e izquierda- decíamos entonces lo mismo que ahora. Aclaremos que en las elecciones andaluzas -diciembre 2018- Tezanos no dio ni una en el clavo, sin "cocina". Y así le fue al PSOE, de desastre.

Luego, para las generales del 28-A, la encuesta del CIS, sí llevaba "cocina, con recetas suyas". Deberán explicarnos por qué esta vez no las lleva. Está claro que sin "cocina" el voto declarado del PSOE es mayor. Es una decisión política con interés de influir en la opinión pública. Lo que más o menos todo el mundo sabe -en este mundillo del marketing electoral-, es que con cocina el dato es más fiable. Por tanto ¿por qué ahora lo publican sin "cocina"?

Ni aunque estuviéramos todo el verano haciendo un master chef con Tezanos entenderíamos sus decisiones y sus recetas porque las manipula de tal manera que parece más un druida de los antiguos guerreros sijs que un sociólogo de universidad. En sus pócimas hace lo que quiere con los datos.

Es pronto para hablar con más claridad de las tendencias o intención directa de voto, aunque se presume por algunas otras encuestas -no del CIS-, que la subida del PSOE no es tanta. Incluso algunas hablan de voto de castigo por no conseguir Pésanchez la investidura a presidente de Gobierno (4 veces ya...).

La otra vía que contemplan algunos barones y exbarones del PSOE -sociatas más socioliberales-, aún lejana, es nuevas elecciones en noviembre o la amenaza de convocarlas. Pero, cuidadito con frivolizar con ellas, pues las carga el diablo y les puede salir a algunos el tiro por la culata.

Y en el caso de elecciones repetidas, aunque UP perdiera escaños, y el PSOE obtuviera más escaños que ahora, va a seguir necesitando un puñado de ellos para gobernar. Más o menos 30 ó 35. Un resultado también casi repetido del 28-A, pero con más de seis meses perdidos. Lo que está por ver, otra vez, es si el pacto lo hará con la izquierda y progresistas, o con el centro derecha Cs, PP.

En caso de tener que volver de nuevo a las urnas, existe una mayor bolsa de indecisos a los que convencer, y otros ya fijos hacia la abstención o asqueo total de la política inútil de pactos.

Algo que Tezanos no ha metido en su menú del sondeo, y que podría dar la vuelta a los resultados, de aquí a noviembre, es esa gran abstención. No es muy tranquilizador y positivo para la izquierda y el progresismo (PSOE, Unidas Podemos y otros...) que lo poco que se puede predecircon claridad es que la abstención aumenta en los últimos barómetros del CIS. Mientras que en los sondeos de marzo era del 7,5 %, en junio ya subió al 9,7% y ahora ya superaría los 11,3 puntos más el porcentaje de los votos nulos y en blanco.

Y la opción de Errejón de Más Madrid -o como se llame en el futuro- es aún inmadura, sin confirmar, y tampoco solucionaría el problema de encontrar socio estable para la coalición de gobierno, pues necesitaría más escaños. Pésanchez quiere un gobierno monocolor -solo sociata- con algunos acuerdos programáticos con Podemos, IU, PNV y cía. Vamos, lo que se dice "un gobierno a la portuguesa". Y dicho sea de paso, ese gobierno del portugués Antonio Costa también pacta con la derecha lusitana -y no con la izquierda- temas como la reforma laboral, dejándola descafeinada y a la baja, con apenas beneficios para el trabajador.

Está muy clara la falta de interés por parte de Pésanchez de llegar a un acuerdo de "progresistas". Cada día confirma más que su primera opción es gobernar con el apoyo del centro derecha. Es lo que hay. Y lo que le impone el IBEX 35 y los poderes fácticos y financieros, o sea, la élite que gobierna realmente en España. Ni derechona pura y dura ni izquierda progresista; solo centro derecha, "confuso, difuso, inasible y voluble". Y así, hacer lo que se quiera en ese gobierno monocolor sociata. Entre otras cosas el baile de la yenka. Acuérdense los más viejos: "izquierda, derecha, adelante, atrás...".

Pésanchez, con tal de estar cuatro años más en el sillón de la Moncloa -con el trireactor Falcon 900 incluido-, baila con quien haya que bailar, menos con Pablo Iglesias y sus podemitas. Y todo, gracias al master chef Tezanos y al mago Iván Redondo.

(*) Profesor y escritor