El verano suele ser el tiempo donde más intensamente se viven diferentes experiencias pastorales que los distintos grupos o movimientos de la Iglesia ofrecen especialmente en la rama de la Pastoral Infantil y Juvenil. Comprobé durante años que son las experiencias (que se nutren fundamentalmente del ocio y del tiempo libre, lo propio de las vacaciones) que más hacen que el mensaje del Evangelio hoy cale entre nuestros jóvenes. Campamentos, caminos de Santiago, convivir una semana en la comunidad ecuménica de Taizé (Francia), otras peregrinaciones, actividades de voluntariado o campos de trabajo... todas ellas enfocadas a un crecimiento personal y espiritual de aquellos que tratan de consolidar su fe.

Hoy quiero hablar de un movimiento que ha aparecido en el último año por nuestra Diócesis, auspiciado por la parroquia de San Lorenzo de Zamora se ha creado el grupo scout Shamar, un grupo ya integrado en la Federación Regional del Movimiento Scout Católico. ¿Qué es este movimiento? Doy tres pinceladas recogidas en su carta de definición: Un movimiento educativo que propone a los niños y jóvenes que en él se integran que asuman el protagonismo de su desarrollo personal siendo parte del movimiento scout, una hermandad universal que comparte un ideal de vida, un método de trabajo y una misión; contribuir a un mundo mejor. Son parte de la Iglesia Católica porque acogen a aquellos que quieran desarrollar su dimensión espiritual. Y una última característica sería el compromiso que adquieren con su entorno natural, social y cultural.

En Zamora, hasta dónde yo conozco, es la primera vez que aparece este movimiento. Ya ha participado en la mesa de coordinación provincial de estrategias de las ONGS para el desarrollo celebrada a primeros de este mes, promueven junto con la Asociación Juvenil Universitaria Edith Stein la campaña "Lati2, Angola se siente" que con el Colegio de Farmacéuticos ha recogido medicamentos para enviar a una misión a Angola este mes de agosto. Y ha formado un campamento en el que participarán, las próximas semanas en Palencia, un buen número de chavales de entre 8 y 16 años. Ahí es nada.

La acción scout es una más dentro de las muchas que componen la oferta de la Diócesis para los más jóvenes en el tiempo estival. Mi reconocimiento a todas desde estas líneas. Son un soplo de aire fresco que hay que agradecer mucho, de Iglesia en salida, de realidad para los que viven directamente esa transmisión de la Buena Noticia hoy. Y un soplo de gracia para los que vemos estos avances desde la barrera. ¡Qué dure!