Tras ver la repercusión de mi última carta titulada "Orgullo gay zamorano", dónde un concejal "LGTB+" me intentó dar un "zasca", he decidido seguir alzando mi voz y la de muchos zamoranos y españoles en este histórico diario. En ésta ocasión voy a hablar de VOX, ese partido ultra patriótico que hemos visto en éste último año entrar en las instituciones. Antes de hablar sobre dicho partido político, voy a reproducir algunas declaraciones realizadas por dirigentes "voxianos". Santiago Abascal: "La Guerra Civil la provocó el Partido Socialista Obrero Español", "El feminismo nos quiere oprimir", "Nos oponemos a la ideología de género", "Hay una colección de psicópatas enloquecidos que se hacen llamar animalistas". Fernando Paz: "Los niños tienen pene y las niñas tienen vulva, eso es la biología natural, lo demás es antinatural". "El colectivo gay está promoviendo la esterilidad y la muerte". Podría estar transcribiendo un año entero declaraciones brutales de Vox, declaraciones que rescaté de Youtube, dichas por ellos con su propia "vox".

Como podéis comprobar, tras las últimas elecciones, los resultados de Vox fueron malos, bueno, entraron en las instituciones cinco años después de su fundación, es decir, relativamente rápido, pero han entrado de manera muy tímida ya que a penas han obtenido representación en comparación con otros partidos. ¿Es preocupante el ascenso de Vox? La respuesta es sí, ya que el partido está compuesto por la derecha más rancia y recalcitrante de España, nostálgicos franquistas y reaccionarios de ultra derecha con pasado siniestro. Tanto es así, que su líder culpa al comunismo de la Guerra Civil, una guerra provocada por un dictador fascista-nazi que coartó y anuló los derechos y las libertades de los españoles durante casi medio siglo, concretamente treinta y seis años, pero si sumamos los tres años de guerra, hacen casi cuarenta.

El partido, pero concretamente sus líderes se empeñan en declarar en los medios de comunicación que no son un partido de ultraderecha, que defienden la unidad de España, que no son xenófobos, y tampoco homófobos o misóginos, pero claro, cuando lees o escuchas declaraciones de sus afiliados, simpatizantes, votantes o líderes, se te viene a la cabeza el refrán "Donde dije digo, digo Diego", o lo que es lo mismo, primero dicen una cosa y luego cambian su discurso según convenga para no quedar como un partido anacrónico y vetusto, adjetivos que los califican a la perfección. Vox no cabe en una España moderna del Siglo XXI, al igual que tampoco cabe ningún partido de su corriente política en Europa liderados por: Marine Le Peen, Geert Wilders... etc.

Ningún extremo es bueno, precisamente las Segunda Guerra Mundial se inició por el enaltecimiento de un extremo agresivo que convenció al pueblo con la oratoria y la droga de la demagogia. La democracia es tolerancia, libertad, respeto... Un sin fin de principios que se consiguen con el diálogo, la diplomacia, y el buen hacer político. Un partido no se debe crear en base al odio, en base a generar confrontación, en base a vomitar encima de personas que han luchado muchos años por defender y conseguir sus derechos, hablo de gays, lesbianas, emigrantes, mujeres... Personas honradas que están o vienen a España porque quieren vivir en paz. Los señores de Vox desean gobernar, pero un país no se gobierna despreciando al colectivo LGTB+, no se gobierna expulsando a los extranjeros, no se gobierna insultando la dignidad de las mujeres, no se gobierna con pistolas en los hogares al estilo texano, no se gobierna teniendo a dirigentes que cuando hablan escupen odio y maldad. Vox en Zamora ha recibido una buena paliza, pero en España pronto les sucederá, tal y como a sus antónimos del PCE, porque España fue, es y será un país libre y tolerante y jamás vamos a permitir otra dictadura.